Una imaginación de colores, de vida, de fantasmas, de apariciones, se abrió para la joven artista Ara Starck cuando fue invitada a exponer en la Alianza Francesa, en el contexto de la Bienal de La Habana
Una imaginación de colores, de vida, de fantasmas, de apariciones, se abrió para la joven artista Ara Starck cuando fue invitada a exponer en la Alianza Francesa, en el contexto de la Bienal de La Habana