Dos osamentas humanas, sobre una cama ya deshecha por el tiempo, oculta tras un muro de ladrillos, dieron fe de la trágica historia, ocurrida en la calle Cuarteles, en la loma de Peña Pobre, también conocida como del Ángel
Dos osamentas humanas, sobre una cama ya deshecha por el tiempo, oculta tras un muro de ladrillos, dieron fe de la trágica historia, ocurrida en la calle Cuarteles, en la loma de Peña Pobre, también conocida como del Ángel