Resulta que ser un villano, en la época en que se escribió ese clásico de la literatura española, tenía un significado diferente al que se le atribuye ahora, que es sinónimo de maldad y en las aventuras literarias es el antagonista del héroe.
Resulta que ser un villano, en la época en que se escribió ese clásico de la literatura española, tenía un significado diferente al que se le atribuye ahora, que es sinónimo de maldad y en las aventuras literarias es el antagonista del héroe.