La Bienal a las puertas de La Habana

La Bienal de La Habana, uno de los eventos más notables de la cultura de Cuba, se realizó por primera vez en 1986. Inicialmente, abarcaba la producción artística del Caribe y América Latina. Luego, incorporó a las regiones de Asia, África y América. Su estructura comprende la realización de exposiciones, talleres y foros de debate sobre las artes visuales contemporáneas, tanto de Cuba como del espacio internacional. Destaca, principalmente, la producción artística de los países del denominado Tercer Mundo. Es un evento en el que confluyen los saberes y las expresiones de múltiples artistas, curadores, investigadores y críticos de todas latitudes. Asimismo, promueve la creación artística como forma de liberación y afirmación del carácter identitario de las naciones.
La 15ª Bienal de La Habana celebra en esta ocasión su aniversario 40. Se desarrollará desde el 15 de noviembre hasta el 28 de febrero del venidero año. La plataforma teórica de esta bienal propone la idea de horizontes compartidos, la búsqueda y fortalecimiento del diálogo, intercambio y comprensión mutua. Persiste un giro de análisis hacia el pasado de las bienales cubanas, desde la mirada de nuestros tiempos. La finalidad es la de reflexionar sobre nuevos y diferentes caminos futuros para el arte en la nación caribeña.
Se trata de propuestas artísticas pensadas para salir de sus espacios originarios, dígase de aquellos destinados a realizarse tradicionalmente dentro del museo y las galerías. Espacios estos que, aunque tendrán proyectos en su interno, ligados a la bienal, el enfoque general de esta 15ª edición va más dirigido hacia zonas públicas y a la interacción con el espectador. Este último podrá participar activamente en la creación de muchas de las obras. En ese sentido, el intercambio de experiencias y el aprendizaje son vitales, porque oxigenan los procesos y enriquecen la práctica del arte. Y más cuando es el público cubano el que podrá gozar e interactuar con los proyectos de los artistas mediante talleres y otras experiencias ligadas al mundo del arte.
Se espera un verdadero despliegue de la cultura del mundo en la sede capitalina. Serán momentos de ampliar, precisamente, esos horizontes en busca de otros universos que imbricar al propio. Serán oportunidades de reencuentros, colaboración y experimentación para la plataforma artística cubana, así como el disfrute de sus receptores. Este evento, se consolida cada vez más como fuente aglutinadora de posibilidades expresivas, conocimientos, intercambios, imbricaciones y promoción. Logra así penetrar en la esencia más pura del arte todo: su sentido de la trascendencia.