La primera universidad, un hecho trascendental en la historia cultural cubana

La primera universidad, un hecho trascendental en la historia cultural cubana
Colegio San Gerónimo de La Habana en la actualidad. Foto: Gilberto González

Un acontecimiento trascendental para el desarrollo de la cultura cubana, en su más amplio espectro, ocurrió el 5 de enero de 1728 en La Habana, la fundación de lo que fuera la simiente de la más importante institución educacional de la mayor del mayor archipiélago de las Antillas.

Estamos hablando de la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana, génesis de la actual Universidad de La Habana.

Fue la primera casa de altos estudios de Cuba y una de las primeras de la América, fundada por los frailes dominicos pertenecientes a la Orden de Predicadores.

Su primera ubicación la tuvo en el convento de San Juan de Letrán y en el acto de inauguración se nombró a fray Tomás Linares del Castillo como el primer rector, quien a partir de ese momento regiría las primeras facultades: de Arte y Filosofía, Teología, Cánones, Leyes y Medicina.

En los primeros años se destacó entre los catedráticos de la universidad Tomás Romay, reconocido por ser autor de trascendentales investigaciones en el campo de la medicina y la biología.

Tras un proceso de reformas, la institución pasó a ser laica, y en 1850 cambió el nombre por el de Real y Literaria Universidad de La Habana. En esta segunda etapa se profundizó el desarrollo científico del plantel. Con tal propósito se fundó el Museo de Historia Natural y el Jardín Botánico Nacional pasó a ser regido por la entidad educacional. Para ese entonces la enseñanza contaba con las facultades de Jurisprudencia, Medicina, Cirugía y Farmacia.

Figuras como Carlos Manuel de Céspedes, Antonio Bachiller y Morales, Felipe Poey y Francisco de Arango y Parreño, pasaron por sus aulas. En este período también ocurrieron hechos trascendentes en la historia universitaria como la graduación de la primera mujer, Mercedes Riba, el 23 de septiembre de 1885.

Durante la intervención militar de Cuba por Estados Unidos, el gobierno de ocupación designo a Enrique José Varona para realizar reformas en la universidad. Así da inicio su tercera etapa, bajo sus preceptos se llevan a cabo las más modernas ideas docentes de la época. Sin embargo, las condiciones estructurales del edificio de San Juan de Letrán no eran las mejores: se tornaba incómodo e inadecuado.

Ubicación actual de la Universidad de La Habana. Foto: Internet
Ubicación actual de la Universidad de La Habana. Foto: Internet

El primero de mayo de 1902 comenzó el traslado de la institución educacional a la colina de Aróstegui, conocida también como la loma de la pirotecnia, ubicada en El Vedado, y que ahora es conocida como colina universitaria.

En esta época comenzó otra importante etapa en la historia de la entidad, marcada por acontecimientos como la fundación de la Federación Estudiantil Universitaria, el pronunciamiento de los discursos de José Antonio Echeverría, el descenso por su amplia escalinata de la Generación del Centenario en su histórica Marcha de las Antorchas y la valentía demostrada por sus estudiantes.

En enero de 1928 se construyó la escalinata y se instaló en su parte más alta la estatua que devendría símbolo de la casa de altos estudios: el Alma Mater, realizada en 1919 por el artista checoslovaco Mario Karbel.

El 6 de octubre de 1933 el Gobierno de los 100 Días, presidido por el profesor universitario Ramón Grau San Martín le concedió a la universidad la autonomía, cumpliendo una de las demandas de los estudiantes desde la época de la reforma universitaria que iniciara en 1923 Julio Antonio Mella.

Tras el triunfo de la Revolución liderada por Fidel Castro se reabrieron las puertas de la Universidad de La Habana, que estuvieron cerradas por tres años durante el régimen tiránico de Fulgencio Batista.

A partir de ese momento se le dio acceso a todo el pueblo y se puso la ciencia en el eje de la enseñanza universitaria. La nueva universidad es desde ese momento protagonista y brazo importante de la Revolución para crear un futuro de hombres de ciencia como lo expresara con acierto el Comandante en Jefe.

Hoy se ha diversificado y multiplicado en numerosas instituciones a lo largo y ancho de la geografía nacional, mientras que aquella primigenia, ubicada en el actual Centro Histórico de La Habana, fue revitalizada por otro alumno insigne de la Universidad de La Habana, el doctor Eusebio Leal, alma del rescate de los valores patrimoniales de la capital cubana.

Entrada a la Universidad de La Habana y su histórica escalinata. Foto: Gilberto González
Entrada a la Universidad de La Habana y su histórica escalinata. Foto: Gilberto González

Gilberto González García