Alejandro Hartmann, fiel defensor de Baracoa y sus tradiciones primadas

Alejandro Hartmann, fiel defensor de Baracoa y sus tradiciones primadas
Foto: Cultura Guantánamo / Facebook

Todas las personas que dialogan con el historiador y conservador de Baracoa, Alejandro Hartmann Matos, coinciden en que sus ojos brillan cuando habla de la ciudad primada. Más de 40 años avalan su vital quehacer, donde la investigación, la lectura, la interpretación de lo que se ha transmitido de generación en generación y las huellas propias del tiempo, son potentes herramientas de su labor profesional, dedicada a salvaguardar y enriquecer un patrimonio.

De quien hablamos hoy se reconoce como un luchador incansable, un hombre lleno de energía positiva y un amor extraordinariamente apasionado por la tierra que lo vio nacer. “Soy un patriota de corazón, de espíritu, de alma. Me encanta pasear por mis calles y saludar a mi gente. Soy también un soñador, porque hay que soñar siempre. Es un elemento importantísimo que inspira y hace crecer espiritualmente al ser humano”.

Baracoa para él tiene magia y embrujo. No solo por su naturaleza bravía y peculiar, sino también por sus pobladores y hospitalidad, su manera de ser y su franca forma de recibir a quienes visitan la Villa. Por eso, desde su entender, es como dijera Cristóbal Colón en su diario: “la cosa más hermosa del mundo”; donde se funden los encantos del propio entorno y su población.

Destacando esa entrega constante, a Hartmann, le fue conferido en 2024 el Premio Nacional de Patrimonio Cultural, por la obra de toda la vida, tras valorar sus aportes importantes figuras de la cultura cubana como Miguel Barnet, Lesbia Vent Dumois, Jorge Luis Aneiros, Perla Rosales Aguirreurreta y Jorge Fernández Torres, quienes le reconocieron su trayectoria al frente de proyectos de restauración como los del Museo Matachín, la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa y las fortificaciones, así como todo el patrimonio literario que se comparte para el presente y futuro a través de sus libros «Diario de navegación. Los días de Colón en Baracoa», «Cuba indígena hoy» y “Baracoa, la ciudad Primada de Cuba”, los cuales ilustran el devenir de un territorio rico en historia y tradiciones.

Foto: Telecentro Solvisión.

“Me siento feliz porque es Baracoa la que ganó el premio”, confesó sobre el galardón, aunque de los tantos recibidos en su carrera siente un amor especial por el Yunque, otorgado durante los 500 años de la Villa Primada, gesto que confiesa le hizo palpitar muy fuerte el corazón.

De cara al futuro y desde su gestión constante en la Oficina del Conservador de la Ciudad, prevalece la voluntad de salvaguardar y restaurar los valores de la arquitectura vernácula que caracteriza a Baracoa, embestida por los frecuentes fenómenos atmosféricos, agravados por el cambio climático.

“Tenemos con mucha más frecuencia que en etapas anteriores impactos de ciclones como el Mathew, que dañó cerca de mil viviendas rurales y urbanas, y más recientemente el Oscar, en cuya etapa de recuperación les entregamos donativos a las escuelas especiales y hogares de ancianos, a través de gestiones con la Red de Ciudades Patrimoniales de Cuba, Organizaciones No Gubernamentales españolas y amigos, colaborando además con cerca de 400 familias y personas vulnerables”.

Cuenta asimismo, Alejandro Hartmann, que se realizan gestiones para recuperar el patrimonio, desde el uno por ciento (1%) del presupuesto territorial para el Desarrollo Local, de acuerdo a los objetivos de conservación y restauración que se encuentran delineados.

También ha dicho en múltiples ocasiones que, a su bella ciudad, como a toda Cuba, la ‘ahorca’ la Roma Americana -parafraseando a José Martí sobre los Estados Unidos-, con las injustas sanciones que nos imponen hace más de medio siglo. “Para sortear las dificultades actuamos mancomunadamente en alianza con nuestro gobierno, con nuestro municipio que no tiene el desarrollo de otras localidades del país, pero sí la convicción de luchar y resistir siempre como lo hemos hecho hasta ahora”.

Una escuela taller que formara a jóvenes interesados en las labores de restauración, le robó el sueño también por mucho tiempo a este incansable historiador, pero gracias a la cooperación internacional el equipamiento para iniciar por la especialidad de carpintería se materializó. “Queremos lograr también la disciplina de arqueología, pues Baracoa tiene una riqueza extraordinaria en investigaciones realizadas en zonas rurales, pero carecemos aún de un proyecto para la Zona de la Conservación de Patrimonio”.

Entre los momentos cumbres de su carrera, cuenta haber participado en la Expedición en canoa del Amazonas al Caribe, junto al espeleólogo cubano Antonio Núñez Jiménez, como esa expresión de continuidad y preservación de una obra que nos distingue por la riqueza y autenticidad de lo que salvaguarda.

Alejandro Hartmann Matos es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, ostentando el sello aniversario 60 de la organización, además de ser merecedor de la Orden del Mérito Civil conferida por el Rey de España, Juan Carlos I, en su grado de Encomienda, así como las medallas Alejo Carpentier y Raúl Gómez García.

Daynelis Rodríguez Peña