Por una ANAP más fortalecida, unida y productiva

Por una ANAP más fortalecida, unida y productiva

En sus 64 años de existencia, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) ha celebrado 13 congresos, siguiendo la planificación en cada lustro, y de esos magníficos cónclaves han salido victoriosos el esfuerzo, la innovación y el compromiso con el pueblo.

Sus hombres y mujeres constantemente son llamados a defender los intereses de los que labran la tierra, objetivo principal de una magnífica organización campesina que surgió para organizarlos, unirlos, orientarlos y movilizarlos en torno a la producción de alimentos.

En esas tareas continúa indetenible, con el empeño cada vez mayor de hacer de lo logrado una bandera y, aún de lo pendiente, desvelo constante, porque el ingenio humano y los brazos no deben detenerse ante las insatisfacciones que en el orden productivo y económico afectan cada día a los cubanos, acrecentadas con el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, con medidas cada vez más severas.

Aún cuando en los últimos meses se reporta un incremento en las cosechas de viandas, hortalizas y granos, eso no logra satisfacer las demandas de la población, de la necesidad de incrementar los rendimiento, aún con el déficit de combustible que Cuba afronta.

Con recursos locales de cada territorio, se realizan esfuerzos en producciones estratégicas de leche, carne bovina y porcina, así como peces, para disminuir las importaciones. Tampoco los anapistas han estado exentos de problemas organizativos que urgen resolver. Todo ello fue debatido con fuerza en el seno de las comisiones de trabajo que sesionaron ayer.

Los campesinos cubanos son el fruto de una Revolución que situó en lo más alto su dignidad plena y les dio el lugar que siempre merecieron. Hoy, a la luz de  su cónclave, renuevan sus empeños por sacarle el mayor provecho a la tierra, la misma que le pertenece desde las leyes de la Reforma Agraria.

Bien lo avizoraron, hace casi seis décadas y media, quienes confiaron en ellos aquel presente y el futuro de Cuba. Orgulloso estaría hoy Niceto Pérez (asesinado hace 79 años) y otros tantos líderes campesinos -desde mucho antes del triunfo revolucionario del Primero de Enero de 1959- que fueron perdieron su vida por estar al frente de las luchas campesinas por sus derechos.

En esta fecha, devenida Día del Campesino cubano, se clausura el XIII Congreso de la ANAP que reunió a cerca de 500 delegados e invitados de todas las provincias del país entre estos integrantes de las juntas directivas y cuadros de dirección de todos los niveles. En ellos, y en los campesinos de toda Cuba, está la voluntad de seguir «Fortalecidos, unidos y productivos», acompañados por la máxima dirección de la Revolución.

¡Éxitos en sus empeños y felicitaciones!

Ana Rosa Perdomo Sangermés