La jitanjáfora en la música cubana

La jitanjáfora es un texto sin significado, compuesto ya sea con palabras reales o inventadas, que se utiliza de forma ingeniosa para llenar espacios, sobre todo en las composiciones poéticas.
Se afirma que la palabra fue popularizada por el humanista mexicano Alfonso Reyes, quien la definió como “creaciones que no se dirigen a la razón, sino más bien a la sensación y a la fantasía, en las que las palabras no buscan un fin útil, sino que juegan solas”.
Reyes la tomó de un poema escrito por el cubano Mariano Brull, en el que este juega con sonidos, inventando palabras sin sentido aparente: «Filiflama alabe cundre / ala olalúnea alífera / alveolea jitanjáfora / liris salumba salífera. Olivea oleo olorife / alalai cánfora Sandra / milingítara girófora / ula ulalundre calandra».
El uso de este recurso literario fue abundantemente cultivado por los poetas vanguardistas y también es común en las canciones y poemas infantiles como la muy conocida: «Alánimo, alánimo / la fuente se rompió / alánimo, alánimo / mandarla a componer. Urí, urí urá / la reina va a pasar / la de adelante corre mucho / y la de atrás se quedará»
Como se puede apreciar en estos versos el sinsentido no solo alcanza a las palabras inventadas, sino a la misma comprensión del texto.
En la música popular cubana no faltan ejemplos de jitanjáforas. Veamos algunos:
El tema titulado Sí, a una mamita, de Juan Formell, y popularizado por su orquesta Los Van Van: «A una mamita bonita que vi / tanto me gustó su modo de caminar / que no pude contenerme y le dije así / alai lolé»
Asimismo, el que difundiera el conjunto cubano Los Latinos se escucha: «chumba la candela, maquinolandera» y luego se repite en cada verso «Ayer se fue con Chavela, maquinolandera / Se fue pa’ la rumbantela, maquinolandera».
En el siguiente, una canción también de Los Van Van, el recurso consiste en usar como nombres de personas, palabras que tienen un significado ajeno, aunque sí existen, dos de ellas en el argot popular cubano: «Temba, Tumba y Timba, oh oh / Discutieron por dos amores / La de Temba se fue con Tumba / La de Tumba escapó con Timba».
Lo mismo sucede en el guaguancó del conjunto Los Papines, escrito y musicalizado por Luis Abreu, percusionista y cantante de esa agrupación rumbera, ya fallecido: «Tasca Tasca le dijo a Tesque Tesque / que Tisqui Tisqui andaba con Tosco Tosco / Se ha formado el chisme». En esta representación igualmente existen en el diccionario las palabras “tasca” y “tosco”, pero con significados que nada tienen que ver con el contexto de la canción.
De la misma manera, la música rural cubana hace uso frecuente de la jitanjáfora, sobre todo en las tonadas campesinas, un estilo que se caracteriza por una melodía característica para cada tema y que utiliza frases que se repiten en cada estrofa. De las tonadas extraemos uno muy utilizado: “La tulibamba la banbaó, la voz clarita la traigo yo”.
Ejemplos hay muchos más, y usted, estimado lector, si gusta de la música cubana los habrá escuchado muchas veces apenas sin darse cuenta. Solo hemos querido llamar su atención sobre el empleo de este recurso literario en nuestra música autóctona. (Foto. Gilberto González García)