A la mujer, toda la honra

A la mujer, toda la honra
Foto: Tomada del Facebook de la Federación de Mujeres Cubanas.

En Cuba es ya tradicional que las mujeres sean homenajeadas el día 8 de Marzo. Reciben hoy flores y se les reconoce con iguales derechos y, muchas veces, superiores en virtudes a los hombres.

A Clara Zetkin, la destacada comunista alemana y luchadora incansable por los derechos femeninos, se debe la designación de este día, hace ya 114 años, durante la celebración de la Conferencia Internacional de Mujeres, en Copenhague, Dinamarca. Sus ideas están presentes en la cotidianidad del quehacer de la mujer cubana.

La Revolución ha trabajado intensamente para que ella ocupe el puesto que le corresponde en la sociedad, por su tradición y por su entereza en el cumplimiento de cualquier tarea. Porque conociendo las desigualdades acumuladas, resolvió injusticias en su ley de leyes, estableció códigos de familias, la privilegió en su discurso político y en el acceso a determinados empleos, abrió círculos infantiles, seminternados, becas… En otras palabras, junto con el derecho, le dio la posibilidad de participar.

Y desde esa participación, las cubanas fueron transformando su entorno, como legítimas herederas de  todas aquellas que en la historia del proceso revolucionario no vacilaron en lanzarse a la manigua redentora, a la Sierra y el Llano, desafiando los peligros de tiranías insaciables para luchar por nobles causas.

El grado de participación, representatividad, responsabilidad y realización de las cubanas es el ejemplo más elocuente de que existe una alternativa viable ante la situación que vive hoy el mundo. Comparten sencillamente el lugar que merecen y ganan, disfrutan poder alcanzar sus metas. Tienen una razón para vivir y resistir a los embates del bloqueo, con amores y sueños, llenas de esperanzas en un futuro mejor para todas las mujeres del orbe.

Aun cuando no es poco el camino transitado en materia de igualdad plena para las mujeres cubanas, todavía quedan desafíos relacionados con manifestaciones de discriminación y violencia de género, así como con comportamientos sexistas, que  confirman la necesidad de contar con un Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, que continúa abriendo muchas puertas.

Por eso en este Día Internacional de la Mujer reciben la admiración y el beso emocionado de quienes valoran altamente su grandeza en el esfuerzo cotidiano y sienten el orgullo de su belleza, dignidad y amor.

Para ellas, dedicarles un 8 de Marzo está bien, pero los 365 días del año serían mucho mejor. ¡Muchas felicidades!

Ana Rosa Perdomo Sangermés