Art Nouveau: el disfrute de la belleza en un estilo artístico

Art Nouveau: el disfrute de la belleza en un estilo artístico

Desde hace una década el mundo celebra el 10 de junio, Día Internacional del Art Nouveau por iniciativa de Hungría, con el propósito de dar a conocer el valor de esa corriente artística.  La fecha coincide con el fallecimiento de dos arquitectos: el catalán Antonio Gaudí y el húngaro Ödör  Lechner.

Ese movimiento estético surgido a finales del siglo XIX y principios del XX en Europa, nació inspirado en la naturaleza y en algunos descubrimientos de la época como la invención del microscopio, los avances de la fotografía y la observación científica de las formas naturales. La casa Tassel, en Bruselas, Bélgica, obra del arquitecto Victor Horta, es considerado el primer edificio de ese estilo.

Se produjo de manera simultánea en varias ciudades del Viejo Continente, con una nomenclatura diferente en cada región, por ejemplo; Art Nouveau en Francia, Secesión en Viena y Modernismo en Barcelona.

A La Habana llega de la mano de los arquitectos que se formaban en París y Bruselas, y mayormente de la comunidad de emigrantes catalanes; trae consigo un fuerte referente simbólico y, en ocasiones, un marcado carácter nacionalista, que se pone de manifiesto en muchas de las  edificaciones. 

Algunos de estos ejemplos son el Palacio Cueto, en la Plaza Vieja, construido por el maestro de obras Arturo Marqués; los Jardines de La Tropical, considerados un paradigma de la arquitectura paisajista modernista, los cuales fueron edificados por encargo de la familia Herrera, dueños de la fábrica cervecera La Tropical y el maestro de obra fue Ramón Magriñá. Otros modelos son la Casa de los Pelícanos, en La Habana Vieja; y el Cetro de Oro, en la calle Reina, en Centro Habana.

En Cuba se propagó principalmente a partir de la aplicación de elementos decorativos sobre las fachadas, en el mobiliario, la vidriería, la carpintería, en el diseño de lámparas, vitrales y la herrería.  Hoy su huella es visible en diferentes partes del país, traducida en una relación armónica entre la arquitectura y el arte.

La Habana es la única ciudad de América Latina inscrita en la Red Art Nouveau, en la villa abundan los ejemplos de puertas, lucetas, balaustradas y otros elementos funcionales y ornamentales de estas edificaciones, que prueban la impronta de esa corriente de renovación artística durante este período de inicios de siglo.

Para celebrar el Día Internacional del Art Nouveau, la Oficina del Historiador de La Habana ha convocado a los amantes de ese movimiento estético y al público en general, a llegar hasta el Palacio Cueto, en la Plaza Vieja, con el objetivo de realizar un recorrido junto a artistas de cómic que se han inspirado en ese tipo de edificaciones, visibles en el Centro Histórico para realizar sus trabajos. 

La iniciativa es organizada por el Centro Cultural Vitrina de Valonia y los interesados podrán conocer algunos inmuebles de ese estilo que han sido protagonistas de las historias de la revista Kronikas.

Al adentrarse en el entramado de sus calles, en las vetustas construcciones los andantes descubrirán, y a la vez admirarán elementos que identifican a esa corriente de renovación artística como son las líneas onduladas y elegantes, presencia de colores, figuras femeninas delicadas, pálidas y muy sensuales.  En ese estilo, el disfrute de la belleza es el valor supremo.

Acerca del tema, el Dr. Eusebio Leal Spengler expresó hace unos años: «En un mundo en el que hemos luchado tanto por la igualdad, hay que luchar también por la singularidad, y dentro de la ciudad el Art Nouveau es también una gran singularidad».

Alicia Soto Smith