A Martí se le recuerda con una extraordinaria vigencia por la certeza de sus pensamientos y alertas, por la transparencia que siempre tuvo en su actuar, por su extraordinario patriotismo, latinoamericanismo y antimperialismo.
Autor: Ana Rosa Perdomo Sangermés
La emoción era muy grande dentro y fuera del presidio, después de 22 meses de encierro. En lo alto de la escalinata de mármol del recinto asomaban los primeros rostros. Primero, un grupo de diez revolucionarios; después, formando parte de un segundo grupo, lo harían casi media hora después Fidel y Raúl Castro, Juan Almeida y otros cinco compañeros.
Coinciden en belleza dos importantes celebraciones este 12 de mayo: el día dedicado a homenajear a las madres cubanas y la fecha en la que internacionalmente se reconoce a la enfermería.
Han pasado 104 años de su natalicio y los cubanos la recuerdan con un entrañable cariño.
Celia, menuda, inquieta, vivaz y de gran entereza, se ganó el cariño y la confianza de los hacedores de la Revolución desde el primer momento de la epopeya y en especial del máximo líder indiscutible, el Comandante en Jefe Fidel Castro, desarrollando una inmensa labor en diversas tareas encomendadas por él.
Alejandro de Humboldt, naturalista y geógrafo alemán, nacido y muerto en Berlín, Alemania, tuvo una relación muy particular con Cuba.
Este Primero de Mayo nuevamente las plazas de toda Cuba se llenarán de colorido y allí se alzarán las voces obreras y trabajadoras, junto a todo el pueblo, para enarbolar con fuerza la trascendente consigna elegida para esta ocasión: “Por Cuba juntos creamos”.
Indiscutiblemente, bajo su liderazgo la Casa llegó a ser una institución de alcance internacional, con la convocatoria constante a artistas e intelectuales de distintas partes del mundo y el empeño de mantener los lazos culturales de Cuba con el resto de Latinoamérica. Haydée decía: “la cultura no está sólo en las cosas maravillosas que la integran; está también en el alma humana, es la mayor maravilla”.