Casa de las Américas y el sello indeleble de Haydée

De inmenso puede catalogarse el legado que la Casa de las Américas ha dejado a lo largo de su extraordinaria vida útil. Haydée Santamaría Cuadrado, heroína del Moncada, la fundó como institución cultural y la dirigió durante dos décadas, impulsando el fomento de la cultura, la publicación de libros, la creación de premios y punto de encuentro de grandes escritores y artistas de las más diversas ramas. Desde allí promovió a jóvenes autores y nuevos movimientos artísticos como la Nueva Trova.

Indiscutiblemente, bajo su liderazgo la Casa llegó a ser una institución de alcance internacional, con la convocatoria constante a artistas e intelectuales de distintas partes del mundo y el empeño de mantener los lazos culturales de Cuba con el resto de Latinoamérica. Haydée decía: “la cultura no está sólo en las cosas maravillosas que la integran; está también en el alma humana, es la mayor maravilla”.

A su clara visión integradora y latinoamericanista, a su sensibilidad y talento, a su generosidad y comprensión debe la Casa de las Américas también su presente, desde que difundió la obra de la Revolución y propició la visita a Cuba de intelectuales que se pusieron en contacto con la nueva realidad del país.

La Casa, nuestra Casa, con los años fue ampliando su mirada. Al examen y la promoción de las letras, la música, el teatro, las artes visuales y la cultura caribeña, se añadieron estudios sobre la mujer, los pueblos originarios, los latinos en los Estados Unidos y la presencia de África en América.

Esta institución, de gran importancia sobre todo en el ámbito continental,  cuenta además con centros de investigaciones literarias, direcciones de teatro, artes plásticas, un Centro de Estudios del Caribe, una enorme biblioteca, así como programas de estudio sobre temas relevantes de América Latina y del Caribe.

Con los 65 años de la Casa, llegan también los 60 de la revista Conjunto, dedicada al teatro latinoamericano. Quince años cumple, en tanto, el Programa de Estudios de Latinos en los Estados Unidos y 45 el Centro de Estudios del Caribe.

Y como en aquellos tiempos difíciles de su fundación, hoy, a la distancia de seis décadas y media, la Casa trabaja día a día para mantener sus vínculos con los que defienden, en medio de la situación internacional actual, la auténtica cultura de la emancipación en el área latinoamericana y caribeña. Haydée, mujer excepcional, continúa presente en cada espacio de la Casa con la misma fuerza y empeño que la impulsó,  y en el corazón agradecido de todos.