César Portillo de la Luz, centenario de ese novio del filin

César Portillo de la Luz, centenario de ese novio del filin

Con el calificativo de maravilloso describió recientemente a César Portillo de la Luz la destacada intérprete Omara Portuondo, en una entrevista televisiva, y en ello expresaba lo que muchos también sienten, cuando se recuerda su amplia y fructífera obra musical, su inspiración atinada y elegante, sus éxitos que han recorrido el mundo entero a través de importantes voces del pentagrama.

Muy admirado y respetado por su autenticidad, este habanero que nació el 31 de octubre de 1922, fue uno de los fundadores del filin, manera particular de interpretación del bolero fuertemente influenciada por el jazz.

Desde sus cualidades de guitarrista y compositor, y muchas veces con su voz, Portillo de la Luz cantó al amor, al paisaje, a la lucha heroica de los pueblos, a todo lo que interesaba a la vida del hombre para mantener viva su sensibilidad, tratando de darle un nuevo aliento, con su estilo personalísimo.

Se recuerda con especial cariño sus inicios en el arte como trovador, en la década de los cuarenta del pasado siglo y alcanzó fama internacional, en buena medida, por la larga lista de cantantes que interpretaron sus obras, sobre todo aquel extraordinario bolero  titulado Contigo en la distancia, grabado por primera vez en 1947 -cuando él contaba con 24 de edad-, y que aún hoy se mantiene en la preferencia y es interpretado por reconocidas voces del patio y de la arena internacional.

iCómo no recordar esos versos sublimes: “…no hay bella melodía / donde no surjas tú, / ni yo quiero escucharla / si no la escuchas tú…». Esta linda composición, y Tú mi delirio (1954), han tenido más de cien versiones; y otras como Sabrosón, Noche cubana, Realidad y Fantasía y Canción de un festival destacaron en su acervo musical.

Él mismo confesaría en una ocasión: «Creo que he sabido superar las dificultades que he tenido que sortear para hacer todo lo que he hecho. Creo que lo que he hecho tiene algún valor. Disfruto del reconocimiento social por mi labor. Disfruto de afecto y simpatía por mi trabajo, del que he logrado vivir honradamente».

De Portillo se conocen cientos de temas y a crearlos dedicó muchos años de estudio y composición sensible, demostrando  haber sido un hombre de vasta cultura, con el cual también se podía conversar de cualquier tema.

Este centenario de su natalicio se le recordará como mejor hubiera deseado: recordando y tarareando sus canciones, esas que brotaron con exquisita sensibilidad en sus años mozos, y más tarde, cuando ya el filin corría por sus venas, y hacía gala de ellas en las tertulias o en las noches de descargas en el Pico Blanco de Vedado capitalino, rodeado de su público habitual y una suerte de importantes voces cubanas que las mantuvieron en su repertorio.

Ana Rosa Perdomo Sangermés