Cumple 87 años la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana
El aniversario 87 de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (Ohch), del Archivo Histórico y de la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, fue evocado este miércoles con la presentación del libro El arte de legislar sobre archivos en Cuba, del MSc. Yorlis Delgado López, especialista de la dirección de Ciencia e Innovación de la institución.
Este volumen, estructurado en dos capítulos, contiene un estudio sobre el impacto de la normativa archivística en la gestión documental del país: el primero, dedicado a sus antecedentes; y el segundo, a las normas vigentes en esta materia, donde se recogen los principales textos legislativos para la gestión, conservación, tratamiento, acceso, valoración y protección de los documentos generados en la nación.
Los archivos son una fuente fidedigna para analizar pasado y presente, y comprender e interpretar, objetivamente, los hechos acaecidos. La obra es un riguroso estudio que evidencia el impacto que han tenido en Cuba las disposiciones jurídicas vinculadas a los archivos.
La Oficina del Historiador de la Ciudad -que celebra este 11 de junio sus 87 años- fue inaugurada en 1938 por el alcalde doctor Antonio Beruff Mendieta a iniciativa del Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, destacado intelectual y periodista.
Fue a través de esa institución que todo el trabajo de Roig alcanzó una nueva proyección, con la publicación de numerosos libros y artículos sobre la historia habanera y las luchas de Cuba por su independencia, la realización de ferias del libro y el homenaje a personalidades nacionales y extranjeras ilustres.
La Oficina dedicó importantes esfuerzos a la conservación de lugares de valor patrimonial; e intervino en la regulación de los nombres de las calles, el reconocimiento de sitios de valor histórico, el rescate de la casa natal de José Martí y en la recuperación de diversas tradiciones habaneras.
Desde 1968 fue designado Eusebio Leal como director del Museo de la Ciudad y de la Oficina del Historiador, desde donde continuó la obra de su predecesor.
