El mayor monumento a José Martí

El mayor monumento a José Martí
Vista general del monumento en la Plaza de la Revolución José Martí. /Foto: Gilberto González

El Memorial José Martí fue inaugurado por Fidel Castro el 27 de enero de 1996 en la base del obelisco que preside la Plaza de la Revolución, en La Habana, sin lugar a dudas el mayor monumento dedicado al Apóstol en todo el mundo.

La historia del monumento se remonta a 1937, cuando se convocó un concurso panamericano de ideas para su diseño, pero ninguna de las propuestas reunía los requisitos, por lo que el proyecto se aplazó.

Nuevos concursos se convocaron sucesivamente en 1939, 1940 y luego en 1943, año en que por fin resultó premiado el diseño del arquitecto Aquiles Maza y el escultor Juan José Sucre, que contemplaba crear en el interior del obelisco una biblioteca museo donde conservar el ideario del Maestro.

El segundo premio fue adjudicado a los arquitectos Govantes y Cabarrocas quienes presentaron el proyecto de una biblioteca monumental, que fue edificada primero y hoy es la Biblioteca Nacional José Martí.

El tercer premio lo obtuvo Enrique Luis Varela al frente de un equipo de arquitectos y consistía en un obelisco con planta en forma de estrella de cinco puntas.


Detalle de la estatua de José Martí en la Plaza de la Revolución. Foto: Gilberto González

Después que Fulgencio Batista tomara por la fuerza el poder, el 10 de marzo de 1952, decretó la construcción del monumento para tratar de limpiar su imagen empañada por la violencia. Para ello se impuso la recaudación de un día de haber por cada trabajador, además de elevar los impuestos y emplear otros métodos de obtener dinero para financiar la construcción.

La corrupción imperante en ese gobierno generó varios escándalos en torno al proyecto, partiendo de la adjudicación de la obra a Enrique Luis Varela, ganador del tercer premio, para favorecerlo por encontrarse en ese momento al frente de la Secretaría de Obras Públicas. Además, la prensa de la época refleja los abusos cometidos contra los residentes en los barrios marginales que ocupaban el área escogida para el centro cívico.

Vista interior parcial del Memorial José Martí. Foto: Gilberto González

Al fin, la construcción se inició en 1953 y a finales de 1958 se habían erigido, el obelisco y la estatua de Martí, pero faltaban las áreas circundantes y la tribuna.

No fue hasta 1961 que quedó totalmente construida la que en ese momento se llamaría Plaza Cívica, y que poco después paso a denominarse Plaza de la Revolución José Martí.

El obelisco tiene una altura de 109 metros y se alza sobre una elevación 30 metros sobre el nivel del mar. En lo alto de la torre radica un mirador que permite una vista panorámica de La Habana hasta 50 kilómetros a la redonda.

La significación histórica de la Plaza de la Revolución creció a partir de enero de 1959, al convertirse en lugar de cita del pueblo cubano para festejar o conmemorar, y mostrar al mundo nuestro espíritu soberano y patriótico y nuestra decisión de defender la Revolución a cualquier precio.

Por ello el obelisco y la plaza representan el mayor monumento al Apóstol, no solo por su tamaño sino por su dimensión histórica.

Gilberto González García