Elpidio Valdés y Juan Padrón en el cine cubano de repercusión internacional
En Cuba y allende los mares varias generaciones disfrutan del personaje Elpidio Valdés y de la rica imaginación de su creador, el inolvidable maestro Juan Padrón. La Gran fiesta del Cine Cubano colocó en las pantallas cinematográficas de todo el país una muestra valiosa del animado que cautiva sin límites de edades o sexos. Sobre su notoriedad artística reflexionamos.
El personaje heroico Elpidio Valdés nació durante los primeros años de la labor como historietista de Juan Padrón. Imposible olvidar sus largometrajes emblemáticos: Elpidio Valdés, de 1979, y Elpidio Valdés contra dólar y cañón, realizado en 1983. Pensemos los aportes y el legado de un artista sensible, culto, estudioso que se consagró a la historia de nuestra nación. Hizo oportunas contribuciones al cine mediante la decodificación del carácter cubano, pues representó a un personaje popular de origen campesino.
Las películas de Juan Padrón constituyen un documento antropológico, pues él reconstruye costumbres y esencias de la raigal cubanía. Creó oportunos y valiosos espectáculos cinematográficos en los que despliega conductas a partir del diseño de situaciones que patentizan la lucha por la justicia social y el bienestar.
Su personaje Elpidio Valdés merece especial atención por parte de los públicos interesados en incorporar saberes a su inteligencia mediante el entretenimiento construido con artisticidad.
Padrón tomó distancia del didactismo, pero supo enseñar, transmitir ideas, pensamientos y verdades históricas siendo fiel al testimonio. Incorporó la creatividad dramática al estructurar puestas intencionalmente estéticas mediante apelaciones a la formación de valores humanistas en beneficio de la sociedad cubana.
Dejamos en la memoria y en el presente de las audiencias, la presencia definitiva en el alma y en la inteligencia de Elpidio Valdés y de Juan Padrón, un maestro para todos los tiempos.