En su centenario, revolucionando la FEU
El advenimiento de la fecha del 20 de diciembre marca en esta ocasión el curso histórico y simbólico de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), al cumplirse los cien años de fundada, y exige compromiso y responsabilidad con el presente y el futuro, siendo ante todo una organización transformadora.
Como casualidad fraguada por la historia, le corresponde el desarrollo de su X Congreso a esta organización, la de mayor tradición estudiantil en Cuba y en el continente, con la necesidad de actualizar sistemáticamente sus maneras de actuar para ser coherente con los intereses de la membresía que representa.
El tránsito de la pandemia de la Covid-19, las secuelas del distanciamiento y la inactividad en las aulas han demandado de la FEU en los últimos años un esfuerzo y un encargo constante, para lograr encauzar las energías con que el estudiantado universitario ha abordado desde las brigadas su vida cotidiana, sus triunfos, desaciertos e inquietudes.
En el importante aniversario, los procesos de diálogo han llegado hasta las comunidades, atendiendo a la situación que vive Cuba. Este ha sido un momento de revisión interna de la FEU, de exploración constante y crítica de sus estructuras.
Fue la Cuba de 1922, hace cien años, su realidad, su contexto y sus carencias las que impulsaron al líder estudiantil Julio Antonio Mella a crear una federación que tendría como objetivo la unión de todos los universitarios ante la urgencia de revolucionar la Universidad y con ella a la sociedad, a partir de una profunda labor social.
Lejos estaba de imaginar aquel joven fundador, de naturaleza profundamente antimperialista, la trascendencia en el futuro cubano de aquella suerte de grito en defensa de las esencias de la nación y su estudiantado.
Desde entonces la FEU también acogería a valerosos jóvenes como Rafael Trejo, Rubén Martínez Villena, José Antonio Echeverría y tantos otros que con absoluta fidelidad a sus principios y con el compromiso ferviente por la causa revolucionaria, ofrendaron su heroísmo y hasta su sangre, y se convirtieron en ejemplo a seguir para varias generaciones.
Siempre esta organización estudiantil ha sido símbolo del espíritu de rebeldía y combatividad de los jóvenes cubanos. Y en singular simbolismo, confirmado en la propia obra de la Revolución y en su extraordinaria expresión “el pueblo cubano vencerá”, se yergue la figura del emprendedor y eterno joven rebelde que la acompañó en todas sus batallas, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Como protagonista imprescindible de aquel y de este tiempo, Mella y la FEU siguen señalando el camino: “Somos optimistas, confiamos en la victoria, nuestra juventud y nuestros ideales nos incitan a luchar y a triunfar”.
El X Congreso de la FEU, que concluye hoy, ha estado cargado de motivaciones y sido un llamado a la unidad, a la transformación, a desterrar el conformismo y la apatía, a activar los mecanismos de participación estudiantil, de preparación política e ideológica frente a la subversión, para llevar adelante la Revolución con muchas ganas.
