Fidel, ejemplo y guía inextinguible

Fidel se entregó sin límites a la causa de su patria y tuvo por patria al mundo
Eusebio Leal

La particular manera de Fidel Castro de generar conciencia, formación, coraje y la audacia necesaria para conquistar el poder, están concentrados en todos los anhelos de quienes jamás se habrán de dar por vencidos en la lucha por un mundo mejor.

Ante la situación que hoy viven los habitantes del planeta, vale la pena buscar respuestas a la existencia en este hombre inagotable, referente de la vida revolucionaria, que sigue dando lecciones de sabiduría y humildad.

¡Qué decir de Fidel, que junto su hermano Raúl, el Che y otros tantos patriotas, desembarcó del Granma y, cuando todo parecía venirse abajo, entre los cadáveres de sus compañeros de combate y las balas enemigas, contó los fusiles y se repitió varias veces, como para que lo oyeran los esbirros batistianos, que con la docena de hombres que quedaban en pie, ganarían la batalla!

Y en las montañas de la Sierra Maestra estuvo con toda claridad el Fidel combatiente, jefe militar y extraordinario estratega, capaz de convertir en triunfo aplastante lo que minutos antes quizás iba camino a ser derrota. Así siempre fue su vida, sobre todo en los años revolucionarios sucesivos.

No le faltó el valor y el espíritu de sacrificio en los momentos de crisis, ni la generosidad y la sencillez en la victoria; siempre le importó el destino de sus semejantes, más que el suyo propio; no pudo quedarse callado ante las injusticias y, cuando las palabras no sirvieron de mucho, fue capaz de arriesgar las comodidades, privilegios, tranquilidad, seguridad y hasta la propia vida.

Entre sus mayores cualidades se cuenta el Fidel compañero de sus compañeros, severo en hacer que se cumplieran las órdenes, consciente de que cualquier duda en un combate tan desigual como el que libraban, ponía en peligro la vida de los combatientes y el triunfo revolucionario.

Fidel, junto al pueblo cubano, mostró que siempre se pueden alcanzar los objetivos y propósitos, que con voluntad política y conciencia revolucionaria no hay obstáculo ni enemigo invencible.

Se pueden evocar los más grandes momentos de la historia patria en los últimos sesenta y tantos años y siempre estará Fidel. Y más allá, fue el héroe de mil batallas a favor de los humildes y desposeídos, también contra la alienación cultural.

Su figura resumió todas las resistencias contra la barbarie y el despotismo capitalista. Sin dudas, es punto de referencia imprescindible para quienes dedican sus días a sembrar la conciencia colectiva solidaria, a amar y a fundar, al decir de José Martí.

Este 25 de noviembre, en el sexto aniversario de su desaparición física, los cubanos acudirán a su recuerdo, unos de forma más íntima; otros en centros educacionales, de trabajo y unidades militares donde se evocará su vida y su obra, pero también más allá de sus fronteras, en el corazón de muchos amigos del mundo. Serán miles los que hoy depositarán bellas flores ante la roca monumento que guarda sus cenizas en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, de Santiago de Cuba.

La juventud cubana, a nombre del pueblo, le dedicará en horas de la noche de este viernes 25, desde la histórica escalinata de la Universidad de La Habana, una velada política y cultural, donde se alzarán las voces del canto comprometido para ratificar que sus banderas de lucha no caerán jamás.