Francisco Vicente Aguilera y su firme decisión de darlo todo por la Patria

Francisco Vicente Aguilera y su firme decisión de darlo todo por la Patria

Todavía hoy, a 203 años de su natalicio,  sorprende de Francisco Vicente Aguilera su deseo de impulsar también una revolución social, como convencido independentista, ilustrado y ferviente antiesclavista.

Este destacado patriota bayamés, muy cubano, no sólo contribuyó a ser iniciador del proceso de emancipación nacional, sino que llevó adelante una trascedente labor social para el desarrollo de la nombrada región del Valle del Cauto. Se trata de un período de su vida escasamente conocido antes del inicio de la Revolución de 1868, vinculado a los proyectos que realizó en el Oriente del país para modernizar el territorio y elevar el nivel de vida de la sociedad de la época que le correspondió vivir.

Los proyectos modernizadores de Aguilera revelan a un inversionista audaz y también a un hombre de pensamiento avanzado, que gracias a su ejemplo y a las acciones que emprendiera en beneficio de la región, conquistó el apoyo de otros hacendados de ese Valle, de modo tal que esta pudiera compararse con las del occidente de Cuba.

En Bayamo logró con esos proyectos modernizar los ingenios Jucaibama, Santa Isabel y el cafetal Tuabeque, que eran propiedades heredadas, y en Manzanillo, el ingenio Santa Gertrudis, propiedad adquirida por él y una de sus inversiones más importantes para el desarrollo económico. Al mismo tiempo compró fincas que poseían una privilegiada ubicación geográfica y gran riqueza geológica.

Cuando se profundiza en el estudio de la vida de este patriota excepcional se comprende la fortaleza de sus ideales y la consagración que lo acompañó siempre, unido a la expresión suprema de desprendimiento cuando puso su fortuna, valorada en más de dos millones de escudos oro, al servicio de la independencia de Cuba y marchó a la manigua a pelear, aun cuando era considerado uno de los hombres más ricos de la zona oriental.

Aquel hombre tremendo, que lo da todo por la independencia de la Patria.  prefirió vivir la aventura hermosa, difícil y osada de hacer una revolución profundamente popular, en una época donde el paradigma de las “naciones civilizadas” era la construcción del capitalismo, y eso lo hace más grande, eleva su dimensión patriótica.

En esa etapa se define el perfil que se conoce de Aguilera. Las dificultades por las que atraviesa, la miseria en que vive junto a su familia, dejan estupefactos a quienes lo apreciaban, pero jamás renunció a su pensamiento independentista, ni toma para beneficio propio un centavo del dinero entregado por los inmigrantes para financiar las cuatro expediciones que prepara.

Poco se conoce de su amor por las artes, sobre todo las escénicas, inculcado desde temprana edad por sus maestros. Las acciones desarrolladas por este para modernizar las instituciones culturales de Bayamo fueron de gran importancia, dentro de las cuales destaca la donación de un teatro valorado en más de ochenta mil pesos, ubicado en la plaza Isabel II (hoy Plaza de la Revolución en esa ciudad).

El origen histórico – social del patriota bayamés Francisco Vicente Aguilera demuestra su comprensión cabal del problema nacional cubano en la época que le tocó vivir y sus aportes tienen total vigencia en la sociedad cubana.

Hoy Bayamo y toda Cuba lo recuerdan de manera particular por aquella expresión memorable, cuando se le consultó sobre la decisión de quemar la ciudad de Bayamo en 1869 y las propiedades que en ella tenía: “Nada tengo mientras no tenga patria”.

Ana Rosa Perdomo Sangermés