Hugo Chávez no dejó espacios vacíos, su ejemplo se multiplica

Aunque se sabe de su ausencia física desde hace 10 años, Hugo Rafael Chávez Frías siempre está presente, y no solo en los venezolanos, sino también en muchos pueblos del mundo, por ser un eterno luchador por los humildes, por la justicia social, la unidad y la resistencia frente al imperialismo.

Se educó desde el pensamiento unitario y libertario del Libertador, el prócer Simón Bolívar, que marcó la ruta de su quehacer de lucha por materializar el proyecto nacional bolivariano y predicó esa misma unidad que aprendió estudiándolo, y que cada día consideraba indispensable para sacar a Venezuela adelante y conseguir las transformaciones sociales sin las que no podía hacerse la revolución.

A ello llamaba, y al esfuerzo de todos, porque «la gente tiene que sentirse y ser parte». Lo hacía con la nitidez y transparencia que nace de lo sencillo, con esa inquietud por el trabajo, por los estudios, por el afán de ayudar a los otros, como hizo desde temprana edad, incluso cuando entró en el liceo y en la academia militar.

Tenía una humildad y decisión que lo acompañaron toda su vida. Con apenas 17 años, durante una visita de sus padres a la escuela militar donde estudiaba, les ratificó resueltamente: «Yo me voy a quedar y no me marcho hasta que no me haya graduado de oficial del ejército de Venezuela».

Por eso no hubo que extrañarse cuando se le vio encarnar las ansias de libertad de su patria y se propuso levantar a todo un continente para llevarlo por el camino de su segunda independencia. Ya entonces, desde 1999 hasta marzo de 2013, como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

Chávez era el pueblo venezolano, estaba entre ellos, había nacido de ellos y mantenía ese espíritu de cuna. Esa alma sencilla era reconocida de inmediato por todo el que se le acercaba.

Fue ese cariño y ese respaldo de la gente lo que lo movió a aceptar la candidatura presidencial, pues la propuesta nació del corazón del pueblo.

Chávez no había terminado su magnífica obra de lo que él mismo llamara el Socialismo del Siglo XXI, cuando dejó entre los venezolanos y los pueblos de América Latina un profundo vacío, que su pueblo, desde la continuidad, se ha empeñado en llenar, sabiéndolo presente en cada tarea, en cada misión, porque Chávez es un pueblo.

Mucho habría por decir sobre lo realizado bajo su liderazgo en suelo venezolano como la reducción de la pobreza, la apertura de las puertas de la educación a miles de sus coterráneos, desde el primer peldaño de una alfabetización con la Misión Robinson y el método cubano Yo sí puedo, hasta el ancho camino de las universidades y la Misión Alma Mater; las Misiones de Salud y la Gran Misión Vivienda Venezuela, en función de los más humildes y necesitados.

Junto a Fidel, a quien unió una sincera y gran amistad, forjó la integración y amplió la solidaridad, dando paso a la alianza latinoamericana y caribeña, el ALBA continental, y abrió paso a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Este 5 de marzo los cubanos se sumarán al homenaje al querido Hugo Chávez en todo el país, sabiéndolo presente aún en la unidad latinoamericana y en el enfrentamiento permanente a las agresiones desde Estados Unidos.