Jorge Perugorria, Premio Nacional de Cine 2024
La entrega del Premio Nacional de Cine 2024 al primera actor Jorge Perugorria reconoce la valía de un artista comprometido con el séptimo arte en Cuba y la promoción cultural de los valores estéticos formativos de amplia repercusión en la sociedad cubana.
Sobre los nexos que lo unieron a otro grande de la cinematografía nacional, el inolvidable director Tomás Gutiérrez Alea, Titón, reflexionamos.
Pocas antes de recibir el importante galardón, el primer actor Jorge Perugorria asistió a un emotivo encuentro en la sala Héctor García Mesa en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfico, Icaic. Durante el intercambio recordó su participación en la película Fresa y Chocolate, pues lo colocó ante la mira de los públicos en los ámbitos nacional e internacional.
De manera sencilla, cálida, relató que le pidió a Titón interpretar el personaje de David. Pero el director tuvo luz larga y le confió a Diego. Para Perugorria, la experiencia devino una escuela donde aprendió mucho. Según reconoció Titón cuidaba el trabajo del actor en función de la escena. Antes, el actor tuvo vivencias en el teatro, junto a otros excelentes maestros Humberto Rodríguez y Carlos Díaz. Pero, sin duda, Fresa y Chocolate constituyó un aprendizaje trascendente en la labor realizada más tarde en numerosos filmes en Cuba y otros países.
Hablamos ahora del legado de uno de los grandes del cine cubano, Tomás Gutiérrez Alea, Titón. El concebía el cine como un espectáculo para mejorar la realidad. Revolucionario honesto, comprometido, plasmó pensamientos en cada obra. Nunca olvidemos su particular sentido del humor. Lo plasmó de manera sutil en personajes y puestas que dan fe del rico imaginario culto y popular llevado a la pantalla grande. Fue consciente de la importancia de la labor colectiva durante el quehacer cinematográfico. En su concepción el arte y la técnica eran parte del todo. También tuvo incertidumbres, pero nunca abandonó el dominio de la historia por contar. Condenó la corrupción, la desidia de funcionarios, el oportunismo, la doble moral. Hizo gala de rejuegos cómicos y melodramáticos. Buscaba emocionar siempre pensando en un espectador reflexivo.
Sobre la presencia de su legado aquí y ahora, reconoció el primer actor Jorge Perugorria: “Titón tiene una vigencia total en estos tiempos. Demos continuidad a su ejemplo con la unidad de los cineastas cubanos para seguir haciendo lo nuestro”. Sin duda, se trata de una convocatoria que en la práctica nutrirá el arte y la cultura cubana para este y todos los tiempos.
