Juan Gualberto Gómez: una vida heroica por Cuba

Un acercamiento al pensamiento y las acciones de Juan Gualberto Gómez nos muestra la verdadera dimensión de su vida extraordinaria, y crece entre los cubanos el sentimiento de gratitud hacia quien todo lo dio por Cuba.
Conmueve y emociona profundizar en la consecuencia absoluta que demostró hacia la ética martiana, sobre todo por su lealtad, fortalecida por los sueños compartidos. Y es que su liderazgo de negros y mulatos tenía el patriotismo como divisa y se orientaba a la nación fusionada en “amores y esperanzas”, tan deseada por José Martí.
No desmayó desde su profesión periodística de más de medio siglo en el enfrentamiento al poder colonial, al imperialismo y al racismo, sin ceder jamás a cada etapa de una vida que comprendió siempre la entrega plena en las condiciones más desventajosas, desde el vientre esclavo que le dio la vida en libertad, a la insidia, los destierros y las cárceles.
Por sus excepcionales condiciones y su vida dedicada a la Revolución, Martí depositó en él toda su confianza y lo convirtió en su representante en Cuba para organizar el reinicio de la lucha por la independencia en 1895, misión que cumplió ejemplarmente con la misma pasión y valentía con que posteriormente se opuso a la intervención norteamericana y la Enmienda Platt, enfrentándose abiertamente al anexionismo y a los gobiernos de turno.
Como patriota íntegro, este mestizo elocuente tuvo la ejemplar misión de fraguar la nacionalidad cubana mediante su trabajo incesante en la emigración. Fue uno de esos cubanos que se destacaron por mantener siempre una actitud intachable e inclaudicable al lado de su pueblo y de la Patria.
A ello contribuyó su gran sensibilidad y sus profundas inquietudes humanas y revolucionarias, así como la comprensión de los derechos de su raza negra. Y así se mantendría buena parte de su vida, enfrentando al colonialismo y organizando y componiendo activamente la lucha por la libertad de Cuba.
No por casualidad, y a criterio de Enrique José Varona, político, maestro, ensayista y periodista, fue aquel que dejó un profundo y duradero surco en la vida pública de la nación, mientras que el Dr. Salvador Bueno, pedagogo, periodista y escritor, lo calificaba como un héroe civil.
Hombre de pensamiento y acción, que con pleno convencimiento de causa cumplió con su deber a la hora de pelear por Cuba, perseverante en sus propósitos y de elevados principios democráticos, también sobresalió como orador.
Con su integralidad demostrada a lo largo de sus 78 años de vida, Juan Gualberto ha sido uno de los más extraordinarios ejemplos de heroísmo, principalmente anónimo, en la historia cubana. De una fidelidad y entrega probadas durante décadas, resalta en él su posición vertical como patriota al oponerse resueltamente a hacer de Cuba una colonia yanqui.
En las batallas que libramos hoy por erradicar todo vestigio de prejuicio y discriminación, vale preservar y consolidar ante todo la unidad del pueblo cubano, no renunciar a la solidaridad, la lucha por la dignidad humana y la justicia social. Ese será nuestro mayor homenaje a la vida heroica de Juan Gualberto Gómez, en ocasión del aniversario 170 de su natalicio.