La juventud convoca: Crecer con futuro

La juventud convoca: Crecer con futuro

Para orgullo de los cubanos, sobre todo para aquellos que Fidel llamó “los revolucionarios más jóvenes”, su vanguardia comunista acumula ya 62 abriles y doce potentes congresos, de los que han emanado importantes metas.

Ante su hermosa historia, cabe preguntarse: ¿cómo un sueño de tantos años como el de la Revolución Cubana puede ser siempre tan joven? La respuesta no se hace esperar en la voz de los tantos que, a lo largo y ancho de toda Cuba, se entregan sin reservas y espíritu renovado a la gran tarea de llevarla adelante y defender sus ideas, de generación en generación, viéndola reverdecer.

Como un símbolo de que no hay fractura entre el ayer y el hoy, ni tampoco el mañana, Fidel ha sido una brújula, un camino seguro al futuro y con su ejemplo sigue acompañando en el empeño de hacer valer la justicia, la  verdad y la dignidad.

Es el compromiso que inflama la bandera para que, ahora y después, no le falte claridad con el pensamiento, con la creación impaciente, con el palpitante ardor del corazón. En tiempos tan complejos como los que vive Cuba, es imprescindible volver a él, a sus ideas: “…no tenemos otra alternativa que soñar, seguir soñando, y soñar, además, con la esperanza de que ese mundo mejor tiene que ser realidad, y será realidad si luchamos por él”.

Así lo han ratificado con sus palabras, aplausos y consignas los delegados a su XII Congreso, el de toda la juventud cubana, con la premisa que hace casi siete décadas legaron los hermanos Saíz, dos jóvenes paradigmáticos, cuando se preguntaban: “¿Por qué luchamos?”.

Y en esa idea sublime se encierra el llamado permanente a ir, con la velocidad del entusiasmo juvenil, a infundir vigor, a elevar la energía, a desencadenar iniciativas, a fecundar ideas y estimular la confianza, luego de haber participado en un debate tan profundo sobre temas trascendentales y estratégicos, de esencia en la Revolución y acordes a la cotidianidad cubana.

Porque un congreso es solo un momento de reflexión sobre el trabajo realizado, con el principal objetivo de precisar lo mucho que resta por delante, conscientes de las deficiencias e insuficiencias que aún existen en la labor de la Organización, y algo especialmente importante: cómo esta puede aportar más al complejo proceso de transformaciones económicas y sociales en que está inmerso el país, con el propósito de perfeccionar y ser más fuertes.

A 62 años de aquel abril histórico en que los jóvenes cubanos decidieron organizarse para construir el Socialismo, cuando Fidel los nombró Unión de Jóvenes Comunistas y el Che los llamaba la arcilla fundamental de la obra revolucionaria, ratifican el compromiso de ser fieles a los deberes con la historia, con el pueblo, con la Revolución y con sus guías invictos, de continuar luchando por la Patria y de seguir escribiendo desde el más humilde puesto de combate la epopeya gloriosa que Cuba muestra ante el mundo.

Un día feliz cargado de sorpresas y alegrías ha llegado, también para los niños y adolescentes que arriban a su simbólica fecha del 4 de abril cargados de entusiasmo y esperanzas, porque se saben protagonistas del presente de la Patria, en medio de las  celebraciones por el aniversario 63 de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM).

Ana Rosa Perdomo Sangermés