Like para Enrique Álvarez y su Perro Callejero

La compañía danzaria Perro Callejero, dirigida por Enrique Álvarez y que apoyan la Asociación Hermanos Saíz y El Mejunje de Villa Clara, es conocida más allá de sus fronteras provinciales.

Por primera vez vi al grupo en la edición catorce del Concurso Nacional de Coreografía e Interpretación DanzanDos de Matanzas, donde los bailarines Darien Rosales y Rasiel Rosales arrasaron con casi todos los premios. En La Habana se han presentado en Espacios creativos de las Naves Teatrales de la Comunidad Oficio de Isla y en la Fábrica de Arte Cubano. Allí fui para disfrutar del espectáculo Perreo en Construcción.

Enrique Álvarez me dice que le preocupa más mostrar claves de la historia de Cuba, que definir el tipo de espectáculo que realizan. Observo la intención contemporánea del performance en una danza urbana de abundante destreza física junto a la rica forma cubana de moverse. Obras narrativas que pueden no llegar al final para que el espectador las termine, si lo desea. Influencia del universo de Marvel, de los videojuegos y de las redes sociales.

Esta influencia de los videojuegos y de las redes sociales se palpa también en el espíritu competitivo y desacralizador con que se relacionan en la escena y en ese fluir de cuadro en cuadro sin escondernos nada. Somos voyeurs de los cambios de vestuario, de la preparación para cada entrada, del modo en que se apoyan… Es decir, la escena no se limita al escenario. La música, casi toda cubana, exacta en el acompañamiento coreográfico y de una exquisitez abrumadora. Vestuarios de la más rotunda cotidianidad se unen a la funcional utilería y a la ausencia casi total de tecnología escénica. No es un espectáculo perfecto, pero de las imperfecciones hablaremos en otro momento.

Admiro a estos artistas por su pasión, por su entrega y también por el dominio del arte que defienden a su manera callejera. Perrean por la cultura cubana. Tienen mi like.