Los cubanos, unidos en la resistencia y la victoria

Los cubanos iniciamos el 2025 dispuestos a llenar sus días de pequeñas hazañas cotidianas y mucha unidad en torno a la Revolución, dejando atrás un año difícil que requirió de todas nuestras energías y resistencia. Entrenados en enfrentar vendavales económicos y climatológicos, vamos conformando el alma de una nación entera cargada de virtud y patriotismo.

Que la Revolución siga viva y que su pueblo no asuma jamás la palabra rendición, es el mejor homenaje que se puede rendir a todos los que lucharon y murieron por ella a lo largo del camino, es la demostración más firme de que sus ejemplos y enseñanzas nunca morirán y de que ante cada agresión o amenaza imperialista, solo se tendrá una respuesta: Resistencia y Victoria.

La historia de la Revolución, de sus luchas y conquistas no podría escribirse sin el lugar especial que corresponde a un hombre como el Comandante en Jefe Fidel Castro, que sigue a nuestro lado como una inspiración y una guía.

Porque tenerlo como paradigma es un verdadero privilegio, con un hondo significado. Sus enseñanzas se multiplican en las aulas, en las fábricas, en la ciencia, en el deporte, la defensa y nuestra obra profundamente humana, que tiene segura continuidad en las generaciones de hoy y de mañana.

Somos de su estirpe, también martiana, y eso nos da la fortaleza necesaria para echar por tierra cualquier intento de confundirnos o debilitarnos. Esa cualidad de servir a la causa del pueblo hasta las últimas consecuencias, que siempre lo acompañó, se convierte hoy más que nunca en una forma de actuar que es imprescindible de este presente.

Su inmenso compromiso con la Patria y su lealtad a los principios de la Revolución, le otorgó ese lugar especial que ocupa en nuestros corazones y en muchos en el mundo, tan necesario y vigente en las luchas de ahora, que nos inspira cada vez a cerrar filas frente a las amenazas, carencias y dificultades que nos provoca el recrudecimiento de criminal bloqueo yanqui, conscientes de nuestro deber como soldados de la Patria.

También frente a la labor subversiva que se nos impone por los enemigos de la Revolución, centrada en el empeño por dividirnos y destruir nuestro Socialismo, saldrán perdedores en cientos de combates, en los que no han podido ni podrán doblegarnos, porque no es momento de aflojarnos ni quedarnos al lado del camino, sino de continuar la Revolución y hacer lo que nos toca en cada lugar de nuestra bella Cuba.

De ella, socialista y solidaria, no se podrá esperar otra cosa que no sea unidad y firmeza, no somos de los que negocian sus principios ni piden de rodillas los derechos que deben ser conquistados en el fragor del combate. Somos de la estirpe de José Martí en Dos Ríos, de Antonio Maceo en Baraguá, de Fidel en el Moncada y de Raúl Castro, quien nos ratifica cada día que «Cuba seguirá defendiendo las ideas por las que nuestro pueblo ha asumido los mayores sacrificios y riesgos, y ha luchado…»

Allí están y estarán las esencias, y esas no podrán ser cambiadas ni ignoradas, porque el pueblo, del cual formamos parte con genuino orgullo, sigue siendo heroico.

¡Viva el aniversario 66 del triunfo de nuestra Revolución!