Luis Montané Dardé, entre los grandes de la ciencia cubana

Luis Montané Dardé, entre los grandes de la ciencia cubana

Relevante científico cubano, Luis Montané Dardé, es considerado con toda razón precursor de la antropología en Cuba, gracias a los importantes estudios realizados en ese campo.

Nació en La Habana el 7 de abril de 1849, pero con dos años de edad emigró con su familia a Francia, donde recibió estudios, desde la enseñanza primaria hasta graduarse de doctor en Medicina en la Universidad de París en 1872, cuando presentó una tesis que mereció mención honorífica de la Facultad de Medicina y se publicó en la capital gala en 1874.

En esa ciudad realizó también estudios sobre antropología y fue reconocido como miembro fundador de la Sociedad Antropológica de París, de la que más tarde llegó a ser presidente.

En 1974, tras revalidar su título en la Universidad de Barcelona, viajó a Cuba, donde ejerció como médico, en especial en la rama de la otorrinolaringología, mientras que, a la par, llevó a cabo importantes investigaciones antropológicas y fundó la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba.

Sus trabajos investigativos fueron presentados en la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, institución a la que perteneció, primero como académico de número, luego de honor y de mérito, llegando a ser vicesecretario en 1887, y secretario general desde 1893 hasta 1895.

También fue miembro fundador de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, de la Academia de Historia de Cuba y de la Sociedad Cubana de Historia Natural Felipe Poey.

A sus instancias fue creada, en la Universidad de La Habana, la cátedra de Antropología y el Museo Antropológico que hoy lleva su nombre en la casa habanera de altos estudios.

A la edad de 70 años se retiró de la docencia y se fue a vivir a la localidad parisina de Chatou.

La Sociedad Antropológica de París lo eligió presidente en 1922, y también fue nombrado Caballero de la Legión de Honor y recibió el grado académico de Officier d’Academe de Francia.

En la Ciudad Luz falleció este grande de las ciencias, el primero de diciembre de 1936, no sin antes dejar a Cuba, y al mundo, un inmenso legado.

Gilberto González García