Maine, la excusa para una intervención

Maine, la excusa para una intervención

Tras cruentos años de lucha impuestos por la metrópoli española que habían costado la vida de cientos de miles de cubanos, el 15 de febrero de 1898, alrededor de las 10 de la noche, estallaba el acorazado de Estados Unidos que llevaba por nombre Maine y permanecía fondeado en la bahía habanera.

Para los que paseaban próximos a la rada, no pasaba inadvertido el gran buque de guerra, que parecía una especie de fortaleza. Ya para entonces, los gobernantes norteamericanos habían tratado de apoderarse de la pequeña isla caribeña por diferentes vías, incluida la proposición a España de su compra, pero ante la negativa de esta, decidió esperar a que el colonialismo no pudiera sostener el conflicto con los cubanos, ni económica ni militarmente, para entonces intervenir. A eso ellos le denominaron  Política de la Fruta Madura.

Aquella fuerte explosión que conmocionó a toda La Habana, provocó la muerte de unos 254 infantes de marina, muchos de ellos de piel negra, y solo seis oficiales, pues en esos momentos la alta oficialidad del buque se encontraba en tierra.

El suceso de hace 126 años tuvo fuerte impacto mediático y fue concebido por el gobierno norteamericano, como autoagresión y nueva arma de guerra, a partir de presionar a las autoridades españolas en Cuba, mientras que en la manigua los patriotas continuaban luchando y ganando batallas, lo que indicaba que prácticamente estaba ganada la guerra a su favor.

Bajo el pretexto de que la explosión fue provocada por los españoles quienes habían colocado una mina debajo del barco, el gobierno de Estados Unidos logró intervenir en la guerra, frustrando así los intentos libertarios por los que se había luchado con mucha valentía. A partir de ahí, ordenó el bloqueo a los puertos cubanos y un intenso cañoneo sobre los mismos, como preparación artillera para su desembarco en el oriente del país, donde ya el ejército español estaba en franca desventaja.

Tras la explosión del Maine, como es habitual, la gran prensa norteamericana la emprendió contra España pidiendo a gritos la intervención de Estados Unidos en el conflicto, lo que definitivamente se produjo entre los meses de junio y julio de 1898, dando lugar a la guerra hispano americana.

Décadas después, debido a una profunda investigación sobre el suceso, un almirante estadounidense reveló que la explosión del Maine se debió a causas internas, posiblemente al incendio (accidental o provocado) en una carbonera del buque, en lo que ni España ni los cubanos habían tenido nada ver.

Ana Rosa Perdomo Sangermés