Malcolm X y la vigencia de su pensamiento y militancia

Malcolm X y la vigencia de su pensamiento y militancia
Fidel Castro y Malcom X. Foto: Cubadebate.

Una ráfaga de disparos acabó hace 59 años con la vida de Malcolm X (Omaha, 19 de mayo de 1925 – Nueva York, 21 de febrero de 1965). Aquel día fue asesinado uno de los mayores símbolos de la lucha por los derechos de los negros en el siglo XX, que era muy crítico con los poderes blancos de los Estados Unidos.

Días previos, la noche de que se decidiera celebrar una audiencia para aplazar la fecha del desalojo, su casa fue incendiada. Él y su familia sobrevivieron de milagro y, pese al acontecido, nadie pudo ser acusado. Pero no tardaría en ocurrir la tragedia final, estando en Audubon Ballroom de Manhattan, comenzó a hablar en una reunión de la Organización de la Unidad Afro-Americana y alguien gritó «¡Negro, quita las manos de mi bolsillo!», provocándose un alboroto. Los guardaespaldas de Malcolm X acudieron para saber qué pasaba, mientras que otros hombres le disparaban varios proyectiles para arrebatarle la vida.

Su vida fue muy intensa. Desde los 21 años, cumpliendo prisión, comprendió la verdad discriminatoria y la persecución racial en la que vivía su pueblo; había encontrado en su viaje por el llamado Tercer Mundo, fundamentalmente por África, otra verdad: la necesidad de la unidad frente al enemigo común y la impostergable revolución.

El destacado líder norteamericano se hizo peligroso para el gobierno de Estados Unidos y el sistema capitalista en general, porque intentó internacionalizar la lucha de los negros, pasó de su enfoque estrecho de nacionalismo negro a una visión francamente clasista del problema y en su evolución como revolucionario vio claramente al capitalismo y al imperialismo como al enemigo de los pueblos y los sustentadores de la reacción y del racismo, y al socialismo como la única solución de los explotados del mundo, incluido el pueblo negro.

Seguidor de cerca de las transformaciones que ocurrían en el mundo, Malcom X supo ver lo que significaba el proceso cubano que había triunfado el Primero de Enero de 1959 y expresaría en una ocasión: “La revolución cubana… esa es una revolución. Ellos transformaron el sistema. La revolución está en Asia, la revolución está en África…”

El histórico encuentro de Malcolm X con el máximo líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, ocurrido en septiembre de 1960, devino una genuina expresión de solidaridad política de los pueblos afronorteamericano y cubano. Aquel abrazo solidario mostró que ambos compartían los mismos sueños y aspiraciones por la independencia de otros pueblos oprimidos del mundo, particularmente de África.

Malcolm X, quien sigue inspirando la lucha por la igualdad racial, el derecho a la autodefensa y la autodeterminación, en un país donde la brutalidad policial contra las minorías se ha recrudecido en los últimos años con la muerte de varios jóvenes afroamericanos.

Es impactante la vigencia de su pensamiento y militancia, porque él, al rechazar en todas sus formas los esquemas capitalistas, había comprendido la urgente necesidad de unificar a los revolucionarios del mundo entero en pos de una causa común.

Se debe también estudiar a Malcolm X como un pensador que ofrece perspectivas revolucionarias y un potente análisis, el cual se puede integrar a cada reflexión, para alimentar la lucha que hay sostener contra el capitalismo, el imperialismo y toda forma de opresión. Su lucidez, su caracterización de los medios y la ideología, así como su planteamiento respecto a la táctica a desplegar en el campo revolucionario, son aprendizajes que deben integrarse  cada día.

Ana Rosa Perdomo Sangermés