Melba Hernández y su compromiso con la causa revolucionaria

El pueblo cubano y muchos amigos en el mundo recuerdan hoy con entrañable cariño a la heroína de la Sierra y del Llano, a la asaltante al Mocada, la querida compañera Melba Hernández Rodríguez del Rey, en ocasión del aniversario 103 de su natalicio.
Fueron numerosas las emociones vividas por ella en cada fecha de su cumpleaños, rodeada de niños, adolescentes y jóvenes, en quienes depositó toda su confianza y amor, así como junto al pueblo que ella contribuyó valientemente a liberar desde la clandestinidad y con las armas en la mano.

Este 28 de julio no será distinto; aunque ya no esté presente, los cubanos desde lo más profundo de sus corazones la recuerdan cercana, patriota, como la joven que no dudó en sumarse al Movimiento 26 de Julio, desde que conoció al líder revolucionario Fidel Castro en el capitalino apartamento donde vivían los hermanos Haydée y Abel Santamaría.
Y estuvo entre los asaltantes a la segunda mayor fortaleza militar del tirano Fulgencio Batista, participó desde México en los preparativos de la expedición del Granma y se alzó en la Sierra Maestra formando parte de las filas rebeldes en el Tercer Frente Mario Muñoz Monroy, dirigido por el Comandante Juan Almeida Bosque, donde atendió cuestiones relacionadas con el café y el ganado, la distribución del armamento y una escuela para alfabetizar a la tropa.
Pero su meritoria labor fue palpable también luego del triunfo revolucionario del Primero de Enero de 1959 en Cuba. Se le asignaron importantes tareas como directora del Reclusorio Nacional de Mujeres de Guanajay, el mismo centro penitenciario donde ella y Haydée Santamaría fueron internadas por los esbirros batistianos durante siete meses, organizando la vida de las reclusas sobre la base del estudio y del trabajo.
Más tarde se hizo merecedora de los títulos de Heroína del Trabajo y Doctora Honoris Causa del Instituto Superior de Relaciones Internacionales. Fue una mujer decida y solidaria que tendió importantes lazos de amistad con otro pueblos del mundo, especialmente con el pueblo de Vietnam desde su responsabilidad como presidenta del Comité Cubano de Solidaridad con los pueblos de Indochina, miembro del Consejo Mundial de la Paz y secretaria general de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL).
Nada de Cuba y el mundo le fue ajeno a esta extraordinaria mujer que siempre anduvo al compás de los latidos de la Revolución Cubana, con renovadas energías, con total disposición y entrega, con su entusiasmo contagioso y su fidelidad a toda prueba.
Por esas, y muchas razones más, en este aniversario de su natalicio, la sentimos presente en cada combate y en cada nuevo motivo de la Patria.