Por nuestra identidad y cultura: 25 años del Conjunto Folclórico Leyenda Folk

Como una tarea de primer orden, Renato Arrechea Bastida definió la idea de fundar a finales del siglo XX una agrupación dedicada al arte y la cultura. Las raíces africanas y el ballet fueron complementos, en tanto, de las nuevas generaciones surgían candidatos perfectos, bajo el interés de mantenerlos distantes de caminos torcidos derivados del Periodo Especial.

Relata el profe Arrechea Bastida que lo que se hizo fue un proceso de llevar a los jóvenes a las aulas para que pudieran comprender y entender la necesidad que el hombre tenía de superarse, que había que cambiar, que se debía establecer la política que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz llamó “la masificación de la Cultura”.
El 13 de agosto de 1999 le nació a Trinidad una obra que 25 años después permanece como homenaje al líder histórico de la Revolución Cubana, a la provincia de Sancti Spíritus y al legado africano. El Conjunto Folclórico Leyenda Folk ya tiene sitio en la posteridad con el ímpetu de los que nunca se rinden.
“Por el desarrollo que vinieron alcanzando cada uno de los integrantes a través de la danza, logramos hacer un conjunto con características profesionales. A partir del 2007 nos evaluaron y quedamos dentro del Consejo Nacional de las Artes Escénicas y del sistema de Cultura en particular”, rememora el fundador y director de la única compañía de danza del catálogo de las Artes Escénicas en la provincia de Sancti Spíritus.
Entre bailarines y músicos suman 36 los integrantes de este grupo que defiende una parte imprescindible de la cultura popular en Cuba. En cada presentación los ritmos logrados en vivo enriquecen la danza que pone el sello en coreografías que resguardan expresiones yoruba, lucumí, mandinga…
Durante la trayectoria de más de dos décadas de Leyenda Folk, la fusión en 2017 con el sexagenario Conjunto Folclórico de Trinidad clasifica entre lo más relevante. Este último lo constituyó el 14 de febrero de 1963, Amador Ramírez González, instructor de arte experto en cultura africana. De la histórica unión surgen interesantes propuestas resguardadas en el Palenque de los Congos Reales, su sede en la Ciudad Museo del Caribe.
En el proceso de maduración y consolidación, el grupo ha puesto sus melodías como protagonista de audiovisuales con sello en Puerto Rico, Brasil y China. Dentro del territorio nacional las mejores experiencias de intercambio han quedado en provincias como Holguín y Ciego de Ávila; y la proyección es ser más y mejores de cara a otros escenarios y los espacios que quedan por conquistar en el propio territorio donde desempeñan su día a día.
“Este es el origen de la música cubana, este es el origen de la rumba, este es el origen del son; y sin esta música no hay nada, no existe en Cuba nada”, concluyó Renato, un fiel defensor de la cultura tradicional popular, un padre para decenas de artistas que también crean para preservar los sitios sagrados de nuestra identidad.