¿Qué músicas escuchamos durante el verano en el medio televisual, los espacios públicos y privados?

¿Qué músicas escuchamos durante el verano en el medio televisual, los espacios públicos y privados?
Foto: Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba / Facebook

El nuestro es un pueblo musical. De esto dan fe registros fonográficos, testimonios audiovisuales, comunidades, cada persona que en Cuba comparte y disfruta sonoridades y ritmos sin límites de géneros, solistas y agrupaciones.

Pensemos en las diferentes realidades sonoras y rítmicas que escuchamos por doquier.

Para dejar constancia de esos universos existe el disco, acto creativo destinado a los registros patrimoniales y contemporáneos. Es soporte del instante de la interpretación musical, establece prioridades como parte de las realizaciones artísticas, destaca géneros y logra un notable impacto cultural en los públicos.

Cubadisco, Festivales, programas del Canal de Televisión Clave, plataformas digitales, emisoras radiales, conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, espectáculos teatrales socializan la relevancia de solistas, tradiciones y estilos.

Sin embargo, al concluir los eventos no siempre se mantienen sistemáticamente entre los merecidos destaques de promoción.

¿Faltan estrategias de inmediato y largo alcance? ¿Por qué se “olvida” lo alcanzado en breves o largos períodos de tiempo?

Ni el esfuerzo ni las batallas socializadores de la cultura pueden ser efímeras.

Instituciones, casas discográficas y medios de comunicación audiovisuales deben dar continuidad a lo acontecido en eventos valiosos que tras concluir son olvidados.

Las programaciones diseñadas para los meses de julio y agosto de ningún modo pueden estar ajenas a caminos transitados en la promoción y la difusión de las músicas. Aprovechar lo relevante acontecido en presentaciones, fonogramas y disertaciones valida la calidad artística.

Merece atención cómo impacta la industria fonográfica en la transmisión de mensajes, símbolos, modos de vida, conocimientos sobre la amplia gama de pro-ductos y servicios asociados al arte musical.

Es imposible olvidar una aseveración del maestro Frank Fernández, pianista, compositor e intérprete: “Ninguna buena música puede ser fugaz, transitoria, olvidada. Al sentir y expresar la cubanía estamos dialogando con el pueblo. Ese nexo jamás puede perderse. El disco lo recoge, es memoria y presente”.

Las programaciones diseñadas para el verano se enriquecerán con la búsqueda en los archivos y el redescubrimiento de nombres y estéticas que nutren el patrimonio musical.

Pensémoslo, las raigambres no envejecen, son renovados mediante el aporte de artistas que legitiman innovaciones.

El gusto se forma. Si la niñez y la juventud desconocen los clásicos cómo podrán disfrutarlos y preferirlos.

Pensémoslo para hacer de inmediato.

Sahily Tabares Hernández

Dra. en Ciencias sobre Arte, periodista cultural y profesora‍ de la Universidad de La Habana.