Retorno a la memoria en la televisión cubana desde el programa Contra el olvido

Retorno a la memoria en la televisión cubana desde el programa Contra el olvido

La memoria es la dueña del tiempo, dice un sabio refrán. Rescatarla para públicos de diferentes generaciones constituye una oportuna prioridad en el programa Contra el olvido, que transmite el canal Cubavisión, cada miércoles, a las dos de la tarde. Reflexionemos juntos sobre su valía.  

El 29 de enero del año 2000 salió al aire por primera vez Contra el olvido para mantener activa en el espectador la referencia de programas que han hecho historia en el medio televisual. Seleccionar los materiales requiere una sistemática y afanosa búsqueda en archivos en los que se conservan relatos históricos, humorísticos, musicales, científicos y de otras especialidades. Sin duda, la dirección de la realizadora Dulce María Hernández exige no solo conocimientos dramatúrgicos para estructurar cada emisión, también demanda conocimientos sobre el medio de comunicación, sensibilidad, y mirada atenta a fechas y contextos contemporáneos. Seducir al destinatario, ofrecerle información sobre guionistas, realizadores, actores, actrices, escenografías, puestas en pantalla, puntos de vista y estéticas audiovisuales es una prioridad en Contra el olvido.

En muchos hogares la familia cubana se emociona al ver de nuevo capítulos de la telenovela Sol de batey, series emblemáticas, presentaciones musicales que constituyen verdaderos espectáculos. De ningún modo faltan quienes opinan: ¿por qué hoy faltan emisiones de notable artisticidad en producciones cubanas? Por esto, el programa debe ser un referente para consagrados y jóvenes realizadores conscientes de la importancia del concepto de la culturalidad, entendido como el proceso que produce significados valiosos. Nunca lo olvidemos: la televisión establece relaciones de complicidad y cercanía. Siempre está ahí, hablándonos, mirándonos a los ojos, y entra en nuestra intimidad sin recato. En ella, predomina la sensación de inmediatez, una manera de expresar lo cotidiano.

De hecho, invita al disfrute de una auténtica aventura fabulosa de volver a ver o conocer por primera vez la historia de renombrados espacios. Incluso deja constancia de una esencia: ninguna propuesta televisual debe ser un compendio sociológico edificante. Pero tampoco puede abandonar la intención reflexiva, ni estar ajena a los valores axiológicos, estéticos, de honestidad artística. De esto da fe la conductora Raquel Mayedo, cuando cierra cada programa al decir: Recordar es volver a vivir. Esta frase se inspira en una expresión del notable escritor cubano Félix Pita Rodríguez: “Olvidar el pasado es correr el riesgo de dejar indefenso al futuro”. Pensemos en esto.

Sahily Tabares Hernández

Dra. en Ciencias sobre Arte, periodista cultural y profesora‍ de la Universidad de La Habana.