Piropear es todo un arte, no solo por las palabras utilizadas, sino por el tono y el ritmo de la voz, y la mayoría de las veces también por la gestualidad y la expresión del rostro que lo acompañan.
Piropear es todo un arte, no solo por las palabras utilizadas, sino por el tono y el ritmo de la voz, y la mayoría de las veces también por la gestualidad y la expresión del rostro que lo acompañan.