Teatro El Público presenta Réquiem por Yarini: un espejo de obsesiones de lo cubano

El grupo Teatro El Público ha traído a su estética tan particular el clásico de la escena cubana Réquiem por Yarini, desde una lectura respetuosa y destacando lo que perdura como un espejo de obsesiones de lo “cubano”.
Su director Carlos Díaz recuerda la valía de esta tragedia cubana, y la filtra a través de sus recursos y su oficio como creador de provocaciones e imágenes poderosas. Están presentes en este montaje el macho rey, la mujer devota y dueña de las llaves del destino, el mundo mágico de las religiones y supersticiones cubanas, entre mujeres y hombres a los que mueven el deseo.
Réquiem por Yarini tendrá su estreno el 20 de junio, durante los fines de semana de junio y julio, con diseños de vestuario de Vladimir Cuenca, Cris Cris y Ana Rojas; música original de Bárbara Llanes; escenografía de Yansel Medina; versión dramatúrgica de Norge Espinosa Mendoza y asesoría folklórica de Fabián Suárez.

El elenco, integrado por reconocidas figuras de nuestra escena, la televisión y el cine, también presenta a nuevos valores de la actuación: Dennis Ramos, Roberto Romero, Verónica Lynn, Fernando Hechavarría, Antonia Fernández, Lisette de León, María Karla Fornalis, Alejandra Medina, Fernando Ramírez, Carlos Migueles, Freddy Maragoto, Diavén Molina, Nelson González, Georbis Martínez, Ernesto Pazos, Giselle Sobrino y Alejandro Phillips, son algunos de los nombres del amplio elenco, que irán apareciendo en escena a lo largo de la temporada.
Elevado a la categoría de clásico desde su estreno en 1965, Réquiem por Yarini es uno de los textos más respetados de la dramaturgia cubana. Escrita por Carlos Felipe y llevada a escena por Gilda Hernández, con el Conjunto Dramático Nacional en su estreno absoluto, es una reinvención del gran mito de Alberto Yarini, el célebre chulo y rey de San Isidro: una de las leyendas más célebres de La Habana.
En su pieza, Carlos Felipe lo reimagina como Alejandro Yarini, y lo coloca al centro de una corte de prostitutas, chulos y confidentes, en el día de mayor amenaza para su vida. Junto a él, La Jabá, su mano derecha; y ante él, La Santiaguera, la mujer que ama; y Lotot, el único rival que se atreve a encararlo. El destino, la fatalidad, el error trágico se unen en esta trama, que tantas veces ha sido representada por distintos directores, y se ha llevado a la televisión y otros medios, demostrando que el interés por esta pieza de Carlos Felipe permanece entre nosotros.
El diseño del cartel de la puesta corresponde a Roberto Ramos Mori.