Tomás Romay: benefactor de la sociedad y adelantado de la ciencia

Tomás Romay: benefactor de la sociedad y adelantado de la ciencia

Uno de los científicos más relevantes de Cuba, en su época, es Tomás Romay y Chacón, quien entre sus méritos, cuenta el de haber introducido y difundido en el país la vacunación antivariólica.

Nacido en La Habana el 21 de diciembre de 1764 y fallecido el 30 de marzo de 1849, este médico, humanista y sabio, es considerado el primer higienista cubano e iniciador del desarrollo de las ciencias en la nación, con considerables aportes a la medicina, la química, la botánica, la agricultura, la educación y la cultura en general.

A pesar de la poca estimación que en esos tiempos se tenía por la profesión de médico, a Romay lo impulsó su vocación humanista y estudió la carrera, e hizo los dos años de práctica que exigía la ley, y así fue que, en 1791, obtuvo el trigésimo tercer título de Medicina que se otorgó en Cuba.

Pero no solo dedicó su vida a la práctica médica, sino que intervino en otras importantes esferas de la sociedad, como el periodismo, en el que incursionó como redactor y director del Papel Periódico de la Habana, primera publicación periódica cubana, de la cual fue fundador.

También fue uno de los fundadores de la Real Sociedad Patriótica de La Habana, que luego se convertiría en la Sociedad Económica de Amigos del País, institución que perdura hasta nuestros días.

Como miembro de ella fue el representante por excelencia de los proyectos de modernización de la práctica médica y de la enseñanza de la Medicina en Cuba.

Como parte de su labor humanitaria trabajó como médico en la Real Casa de Beneficencia, entidad de la que también fue cofundador.

En la docencia se desempeñó como catedrático de Filosofía y de Patología en la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo de La Habana y decano de la Facultad de Medicina.

Fue partidario de la corriente reformista, que optaba por obtener mejoras de la metrópoli española sin recurrir a cambios drásticos, y desde esa posición trabajó por introducir mejoras en la educación, abogando por la gratuidad de la enseñanza primaria y por la modernización del estudio de la Medicina.

Sin ser un patriota radical, y proveniente de la burguesía, Tomás Romay y Chacón atesora grandes méritos para ser considerado como uno de los hombres más ilustres de su época, benefactor de la sociedad y adelantado de la ciencia.

Gilberto González García