Vilma, paradigma de mujer que trasciende a Cuba

Vilma, paradigma de mujer que trasciende a Cuba
Foto: 5 de Septiembre

A Vilma Espín Guillois, la heroína cubana de la Sierra y del Llano, se le recuerda con especial cariño y admiración cada día, pero con énfasis en cada aniversario de su natalicio por todo lo que su vida fecunda legó en la lucha por la libertad y la conquista de la justicia social.

Apegada a una hermosa solidez de valores éticos, herencia familiar formidable, su formación siguió el recto cauce del bien, la valentía en la defensa y la denuncia constante ante lo mal hecho, sin temer al peligro. Desde edad temprana, muchos son los ejemplos de su valor a toda prueba y de su tenacidad, que no conoció de imposibles.

Hay facetas en su intensa vida que enriquecen su enorme figura de mujer universal, como aquella en que siendo una alumna de ingeniería Química e Industrial, en la Universidad de Oriente, integró la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y fue adquiriendo la certeza de cuánta ignominia encerraba cualquier acto de discriminación y explotación.

Por eso no es de extrañar que estuviera al frente, desde las primeras manifestaciones, contra el golpe de estado de Fulgencio Batista del 10 de marzo de 1952 y, tal como ella misma reconociera, su espíritu de rebeldía despertara desde esos momentos.

Los que la conocieron, valiente, decida y fuerte frente al tirano que oprimía a su Patria, desandando las calles estrechas y empinadas de su ciudad natal Santiago de Cuba en sus días de estudiante, no olvidan a la joven esbelta y de largos cabellos, de incondicional participación también en el levantamiento armado del 30 de noviembre de 1956 en esa ciudad heroica, en apoyo a los expedicionarios del yate Granma.

Se convirtió desde muy joven en paradigma y heroína de la lucha clandestina, en ejemplo cotidiano para sus compañeros de estudios. Por ello estuvo más tarde en la directiva del movimiento creado por Frank País y que fue nombrado Acción Revolucionaria de Oriente.

En primera fila se le veía siempre en cada conmemoración de fechas históricas, donde la juventud santiaguera se manifestaba en contra de la tiranía.

Y siguió a Fidel Castro, con su organización y talento, en el Movimiento 26 de Julio. No escatimó nada, aún a riesgo de su propia vida. Su rebeldía se afianzaría después con el retrato dibujado por Fidel, con las palabras más crudas y certeras, en su alegato La Historia me Absolverá, lo que impulsó también la radicalización de su pensamiento.

La condición de vanguardia siempre halló en Vilma mucho más que letras en común. Toda ella fue esa integralidad tan necesaria en los tiempos que corren, por eso el llamado a profundizar en su vida y seguir sus pasos como estudiante excepcional, estudiosa de la historia de Cuba, la admiración por sus gestores de todos los tiempos y consecuente seguidora de las ideas de José Martí, de las cuales supo sacar poderosas herramientas para la acción.

Ana Rosa Perdomo Sangermés