Libros que todos debemos leer: Oros Viejos, de Herminio Almendros

Libros que todos debemos leer: Oros Viejos, de Herminio Almendros

En un artículo anterior hicimos referencia al libro Lecturas Ejemplares, una recopilación de narraciones, fábulas y poesías, realizada por el pedagogo y escritor Herminio Almendros.

En esta oportunidad abordaremos, del mismo autor, otro de esos textos imprescindibles a todo lector, especialmente a los niños y jóvenes. Nos referimos a Oros Viejos, publicado en Cuba durante la primera mitad del siglo XX, y que contiene cuentos, fábulas y relatos breves de diferentes regiones del mundo, que combinan la tradición oral universal con valores pedagógicos y morales.

Su título sugiere la idea de tesoros antiguos, y en realidad los materiales seleccionados constituyen todo un caudal narrativo del pasado para enriquecer el presente y el futuro.

El libro reproduce leyendas americanas, asiáticas y europeas, seleccionadas con fino gusto por Almendros, un intelectual nacido en España y exiliado en Cuba que se integró profundamente a la vida cultural de la nación caribeña, con significativos aportes a la educación.

Oros Viejos se considera una herramienta para la formación integral de niños y jóvenes. Su enfoque refleja la filosofía educativa de la época, que buscaba democratizar el acceso a la lectura y fomentar el pensamiento crítico. Las historias, además de entretener, invitan a reflexionar sobre las consecuencias de las acciones y la importancia de los valores éticos.

El libro constituye uno de esos textos imperecederos que los niños y adolescentes deben leer para ensanchar su universo cultural y aquellos adultos que ya lo leyeron, encontrarán en su relectura el placer de recordar y ver ese mundo fantástico desde una nueva óptica avalada por la experiencia de la vida.

Oros Viejos es más que una antología: es un proyecto educativo que trasciende generaciones. A través de sus páginas, Herminio Almendros logró preservar el valor de las historias clásicas mientras las dotaba de un sentido nuevo, arraigado en los ideales de justicia y progreso que marcaron su labor en Cuba. Hoy, el libro sigue siendo un testimonio del poder de la literatura para transformar vidas y sociedades.

Lea más: Herminio Almendros, la lectura como bandera

Gilberto González García