Camilo Cienfuegos continúa marchando a la vanguardia (+Video)

Sesenta y cuatro años nos separan del día de la trágica desaparición de Camilo Cienfuegos, de aquellas horas de búsqueda afanosa y angustia en cada rostro, de aquellas semanas en que el pueblo todo, resistido a admitir la pérdida del querido comandante, sonriente e invicto, buscó con ansiedad en cada palmo de costa, cada cayo, cada monte y cada montaña.

El mismo tiempo desde que se disiparan las últimas tenaces esperanzas y, como expresara el poeta, “hondamente comprendimos que Camilo… ya solo estaba en nuestros corazones” y en la obra de la Revolución.

El Che Guevara nos enseñó a ver a Camilo como la imagen del pueblo. Hoy, esa imagen nos devuelve a un Camilo multiplicado y renacido, en su alegría por la victoria, en su confianza en el trabajo que sale de las manos, en su optimismo, en su unidad indestructible y en su conciencia revolucionaria.

Esa presencia eterna de Camilo en el pueblo no es un capricho del azar; ese lugar lo conquistó al definir su vida con una sola palabra: vanguardia. Porque surgió de las filas anónimas del pueblo, de la avanzada juvenil en las calles habaneras, con el destacamento de vanguardia del yate Granma encabezado por Fidel Castro, con su valor a toda prueba y agresividad en cada combate desde la Sierra Maestra y la Invasión de Oriente a Occidente, cumpliendo el mandato del líder revolucionario de rendir y ocupar Columbia, la más importante fortaleza militar de la tiranía.

Pero Camilo se destacó ante todo por ser un revolucionario integral y sin tacha, un joven de pensamiento radical y avanzado, organizador y dirigente popular por excelencia. En su tránsito fugaz, dejó una huella profunda y perdurable que, en las circunstancias actuales de Cuba, teniendo como paradigma a este Señor de la Vanguardia, se traduce en incorporar a las tareas cotidianas su afán creador, su fe inquebrantable en los mejores valores del hombre y en la causa revolucionaria, en afianzar la unidad, el trabajo, el estudio, la defensa…

Camilo Cienfuegos demostró con su breve e intensa vida aquella sentencia martiana, hermosa y vigente: “ser hombre, es dificilísima y pocas veces lograda tarea”.