Compromisos éticos y filosóficos en la Primera Bienal de Humor Político en La Habana
Hemos compartido el valor cultural y artístico de la comicidad como vía de ejercicio crítico que propicia reflexionar sobre temas complejos de amplia repercusión en las sociedades. Le proponemos pensar juntos la prominencia en tales sentidos de la Primera Bienal Internacional del Humor Político presentada en La Habana, donde se dieron cita medio centenar de caricaturistas de 24 países.
La denuncia del resurgimiento del fascismo en el mundo, el impacto de la globalización y los fenómenos implicados por ella han estado en el centro de interés de exposiciones, talleres, diálogos entre creadores y filmes.
Activar la inteligencia lectora de los públicos constituye un propósito de los artistas gráficos. No solo crean para entretener, motivar la risa, el gozo de trazos y figuras, sobre todo elaboran intelectualmente discursos sustentados en ideas propositivas y pensamientos de compromisos éticos y filosóficos.
El ingenio y la superación constante son decisivas para colocar ante los ojos y la conciencia de las personas la percepción que ofrece alertar mediante imágenes, símbolos y mensajes las realidades en el planeta tierra: violaciones de los derechos humanos, maltratos sin límites, hambre y miseria.
Podría pensarse, quizás, en la espontánea y sincera naturalidad de las piezas gráficas expuestas en los cines 23 y 12, Yara, la Casa del Alba Cultural de La Habana, y San Antonio de los Baños. Y lo son, definitivamente, pero nunca pasemos por alto, además, los procesos investigativos que anteceden a la concreción de un relato devenido voz de especial comunicación.
De ningún modo el silencio de los dibujos es callado. Verlos, interpretarlos, comprenderlos patentizó los valores de las constantes interrogantes propuestas por el arte en cualquier lugar del planeta. Pensemos en esto.
