Día Internacional del Estudiante: alegría y compromiso en Cuba

Día Internacional del Estudiante: alegría y compromiso en Cuba

Muchas y variadas son las actividades con las cuales los cubanos, felices y entusiastas, acogen este Día Internacional del Estudiante. Y lo hacen, además, por todo lo alto, con el ascenso al Pico San Juan, en pleno Macizo de Guamuhaya en el centro del país, y otras elevaciones a lo largo de la nación antillana, donde tendrán lugar los festejos conmemorativos; la entrega de la condición Panchito Gómez Toro por parte de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) y de carnés a sus nuevos miembros.

La celebración tiene vía libre en todas las instituciones docentes, canchas deportivas, centros de recreación, residencias estudiantiles, plazas, parques, avenidas y hasta en el ciberespacio, con una lluvia de mensajes, reflexiones y comentarios que inundan las redes sociales, para dar a conocer las conquistas de la Revolución que hoy aún son sueños para millones en el mundo.

Desde la víspera hubo bailables, fogatas y acampadas esperando la fecha del 17 de noviembre y en muchos rincones del país la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) activó todos sus proyectos comunitarios y movimientos, sobre todo relacionados con lo científico e investigativo, deportivo, de alumnos ayudantes y de aficionados al arte.

Como viene ocurriendo desde hace algunos años, los festejos también confluyen con el Festival Universitario del Libro y la Lectura (FULL), la indudable ventana cultural de los universitarios cubanos a las letras cubanas y al pensamiento contemporáneo, que se desarrolla en todas las universidades del país desde el primero de noviembre, con tres sedes centrales, una por cada región del país: Matanzas en Occidente, Camagüey en el Centro y Guantánamo en Oriente, y en saludo al ya próximo centenario de la Federación Estudiantil Universitaria.

Esta es una jornada de júbilo y también de recuento, reafirmación, comprometido quehacer y combate por las más justas causas. Muy activos se mostrarán los estudiantes para expresar solidaridad con quienes ahora mismo, en la región latinoamericana y todo el planeta, reivindican la educación como derecho universal y no privilegio de unos pocos, cierran filas y salen a las calles a combatir la brutal arremetida neoliberal.

Como símbolo de la resistencia y el heroísmo de los estudiantes del planeta, la fecha fue instituida en recuerdo de los sucesos de noviembre de 1939 en Praga, tras el asesinato de un estudiante de Medicina por los ocupantes nazis, que terminaron con una masacre y el envío de cientos de jóvenes a campos de concentración y exterminio.

Cuba, como miembro de la Unión Internacional de Estudiantes, asume esta celebración del Día del Estudiante como una jornada de reflexión que honre ese legado de defensa de las causas justas, entre estas el derecho de todos a una educación gratuita y de calidad.

Especialmente hoy se recuerda que en la Universidad de La Habana el Comandante en Jefe Fidel Castro pronunció uno de sus más significativos  discursos aquel 17 de noviembre de 2005, que quedó como legado permanente para la juventud cubana de todos los tiempos.

En esa ocasión él llamó a movilizarse, delineó los retos presentes y futuros de la Revolución e hizo pensar a todos sobre la posibilidad de que esta fuera destruida si no se erradicaban ciertos vicios presentes en la sociedad, a partir de lo cual no se ha dejado de pensar ni actuar desde cada trinchera del deber para que ello nunca ocurra.

La presencia de Fidel en muchos centros educacionales del país de todas las enseñanzas, incluidas las del arte y el deporte, así como el intercambio con estudiantes de la FEEM y la FEU, se hizo frecuente durante los años de Revolución, preocupándose siempre por dar solución a sus inquietudes.

Por eso en este día tampoco falta en el estudiantado cubano la evocación a su recuerdo y el sentimiento de amor y compromiso a su pensamiento y a su obra, a ese legado imperecedero que está presente en cada escuela que él inauguró o visitó, en sus enseñanzas y consejos, en el acompañamiento al quehacer de sus queridos estudiantes.

¡Vivan los estudiantes!

Ana Rosa Perdomo Sangermés