El Museo de la Revolución arriba a su aniversario 65

No hay hecho o acontecimiento de la Revolución Cubana que no esté presente, explícita o implícitamente, en la amplia muestra expositiva que atesora desde hace 65 años el Museo de la Revolución.
Creado el 12 de diciembre de 1959, el mismo año de triunfo, es una de las primeras instituciones de este tipo que abrió sus puertas a la historia de un hermoso proceso que se iniciaba con gran apoyo popular. Primero tuvo como sede el Castillo de La Punta y luego la base del Monumento a José Martí, en la Plaza de la Revolución.
Es desde el 4 de enero de 1974 que el antiguo Palacio Presidencial se convierte en la sede final del centro expositivo, hasta nuestros días. Y con ello adquiere un valor adicional, por el bello decorado y el arte que atesora el recinto.
Un valioso patrimonio artístico se fusiona de manera coherente con la historia. Allí está la rúbrica de los más importantes representantes de la pintura y la escultura cubana de la primera mitad del siglo XIX.
Llama la atención que en el interior de la cúpula, una de las más hermosas y altas de La Habana, se pueden observar cuatro obras pictóricas de Esteban Valderrama Peña y Mario Miguel Peña, que aluden a figuras de la mitología griega.
Justo debajo de la cúpula está situada la obra Victoria de Las Tunas, de Armando G. Menocal (sobrino de uno de los presidentes que allí ejercieron su mandato). También de su autoría es El triunfo de la República, ubicada en el Salón de los Espejos. En el Despacho Presidencial, donde ejercieron sus funciones 19 presidentes de la etapa neocolonial en Cuba, se puede apreciar un óleo de Juan Emilio Fernández Giró sobre el desembarco de José Martí y Máximo Gómez por Playita de Cajobabo.
El 8 de enero, solo una semana después del triunfo revolucionario, el Comandante en Jefe Fidel Castro, desde la terraza norte del lugar, anunció al pueblo la necesidad de dar nuevas funciones a aquel recinto y cambiar la imagen que tenía el pueblo del mismo.
Pero allí se fueron incluyendo también los innegables antecedentes que lo propiciaron, teniendo como base la rica recopilación de datos, circulares, testimonios históricos e informaciones guardadas con mucho celo por la heroína de la Sierra y el Llano Celia Sánchez Manduley y que fueron conformando todo un valioso patrimonio de la Revolución.
De ahí que las colecciones que exhibe el Museo, enriquecidas con el paso de los años, muestre en toda su secuencia la historia de la Revolución, además de que su lugar ha sido sede de numerosas conmemoraciones y concentraciones populares, actos políticos y entrega de reconocimientos.

Formando parte del conjunto museológico, se alza impresionante el Memorial Granma, inaugurado en ocasión del aniversario 20 del Desembarco, con varias muestras esenciales, entre las que destaca el yate Granma.
Una importante labor educativa en el ámbito político ideológico ha desarrollado por seis décadas y media un consagrado y valioso colectivo de directivos, especialistas y trabajadores, que han hecho merecedor al Museo de ser declarado Monumento Nacional, de la Orden Félix Varela de primer grado y la réplica del machete del Generalísimo Máximo Gómez.
¡Sinceras felicitaciones a todos los que han contribuido a edificar durante 65 años esta hermosa obra!