El saxofón nació en Dinant
Si usted es asiduo oyente de Radio Enciclopedia seguramente conoce y disfruta de los excelentes acordes del saxofón en las interpretaciones del italiano Fausto Papetti, el español Pedro Iturralde o el cubano Javier Zalba, aunque hay muchos ejemplos más.
El saxo emite unas notas dulces y agradables al oído y su versatilidad le permite a quien lo toca interpretar las más disímiles melodías ¿Conoce usted, su historia?
Fue inventado alrededor de 1840 por un señor llamado Antoine-Joseph Sax, más conocido como Adolph Sax. Precisamente de su apellido le viene el nombre al saxofón, que nació en el poblado belga de Dinant, donde también había visto la luz primera su creador y cuyo trabajo consistía en fabricar instrumentos musicales.
El señor Sax presentó en agosto de 1841 al público su primera versión: el conocido como bajo, y casi tres años después escuchó en persona la primera obra instrumental con saxofón; se trataba de una transcripción que el compositor Héctor Berlioz hizo de su Hymno Sacro y que se interpretó en la sala Herz de París el 3 de febrero de 1844.
Hubo que esperar hasta el 21 de marzo de 1846 para patentar definitivamente el saxofón, en París, aunque ya desde un año antes se incorporó a las bandas de música militares de Francia.
A Berlioz, coetáneo y defensor de Sax, se le deben frases como: “El sonido de saxofón es tan dulce como un ángel”.
El saxo pertenece a la familia de instrumentos de viento-madera, aunque está hecho de metal, pero la lengüeta, que es la que vibra para producir el sonido, es de madera. En la actualidad existe una gran cantidad de variantes, que coinciden en tonalidad con los conocidos registros de la voz humana.
La casa de Dinant donde residía Sax es hoy un museo dedicado al saxofón y de su creador, pero en toda la ciudad hay decoraciones referentes a ese melodioso instrumento. Le mostramos algunas fotografías tomadas por la cubana Hortensia González González, quien tuvo el privilegio de visitarlo.