Félix Chapottín, gran trompetista sonero de Cuba

Félix Chapottín, gran trompetista sonero de Cuba
Foto: https://www.fotosdlahabana.com/

Cuando se hable de virtuosismo natural, fruto del empeño casi autodidacta, habrá que mencionar siempre en lo más alto de la cultura cubana a Félix Chapottín, el músico que hizo maravillas con su trompeta hasta que dejó de existir a la edad de 76 años, el 21 de diciembre de 1983.

Como si naciera para ella, Chapottín fue parte inseparable de su trompeta, y con un exquisito dominio del instrumento, logró transmitir, más que música, sus más genuinos sentimientos con una amplia obra, cargada de composiciones imperecederas. En una ocasión confesaría: «Yo me muero tocando la trompeta, que la quiero tanto como si fuera la señora mía».

Este destacado músico cubano captó todo lo bueno de su tiempo, desde sus inicios en varios sextetos, y alimentó sus raíces con la forma y el estilo, de quienes eran considerados también como una referencia dentro del mundo artístico.

Formó parte indispensable del Sexteto Colín en fecha tan temprana como 1927 y después del Sexteto Habanero, el Septeto Carabina de Ases, Conjunto América, La Gloria Cubana, Orquesta Anacaona. Fue integrante también del Conjunto Azul que dirigió su hermano de crianza Chano Pozo –reconocido percusionista cubano- y junto al legendario Jesús Gutiérrez (Tata) organizó el Sexteto Bolero.

Su quehacer musical se desenvolvió principalmente en el universo sonero y de la guaracha, demostrando la inexistencia total de barreras dentro de estos géneros. Se caracterizó siempre por el don de componer sones, que se hicieron muy populares entre los cubanos y realizó diversas grabaciones de sus temas, sobre todo con el Sexteto Habanero en las décadas de 1920 y 1930.

Miguelito Cuní y Félix Chapottín Foto: TeleSUR

Hacia el año 1951 quedó a cargo y reorganizó la banda en la que laboraba y que desde entonces se conocería ampliamente, en Cuba y más allá de sus fronteras, como Félix Chapotín y su Conjunto de Estrellas, con la que ya como director realizó múltiples presentaciones en escenarios nacionales, así como en fiestas populares, carnavales y en programas de la radio y la televisión cubanas.

Este cubano nacido en el barrio habanero de Cayo Hueso se conoció también como El sonero mayor o El Armstrong del Son Cubano, lo cual no lo llenó de vanagloria, debido a la humildad heredada de su familia pobre y sencilla, que lo hicieron estar siempre junto a los cubanos en su vida cotidiana y cualquier plaza del país, regalando el sonido inequívoco de sus notas musicales con su trompeta.

Entre las múltiples composiciones que ganaron popularidad en su interpretación destaca El Carbonero, con la que han bailado miles de cubanos y foráneos, y en la que este auténtico fenómeno musical brindó virtuosismo y creatividad a través de su instrumento preferido.

Desde su desaparición física, el legado musical del Conjunto continuó vivo, primero de la mano de su hijo y posteriormente de su nieto (Jesús Ángel Chappotín Coto), quien pasó a dirigir la orquesta.

Han trascurrido 39 años desde que se silenciara su trompeta y Félix Chapottín dejara escapar las más bellas melodías, demostrando su amor por la creación, por la música y por la cultura cubana. Nunca traicionó sus raíces, por eso también el pueblo cubano lo sabe grande y trascendente.

Ana Rosa Perdomo Sangermés