Jóvenes pianistas cubanos honrarán el legado de Salomón Mikowsky

Al maestro Salomón Mikowsky, el músico que trasciende el tempo, dedicarán un concierto especial este sábado en el Oratorio San Felipe Neri, en La Habana Vieja.
Así estará siendo honrado de la única manera que es y será posible: con música, interpretada por jóvenes pianistas, porque fue esa su vocación suprema, enseñar los secretos del lenguaje de los sonidos a aquellos que se estaban formando.
Nuevamente estará la mixtura de estilos que él presentaba en sus curadurías de conciertos: repertorios de las escuelas rusa, francesa, húngara, cubana… destaca la amplia información de las doctoras Miriam Escudero y Claudia Fallarero.
Señalan que «volvemos también sobre su noción de yuxtaponer diferentes visiones de interpretación al piano».
Se presentarán los pianistas Ahmed Alom, uno de sus últimos alumnos en Manhattan School of Music (MSM), junto a Daniela Rivero, alumna de Ulises Hernández y Cristhian Pérez, discípulo de Liana Fernández. En todos los casos, hermanados por las escuelas cubana y “salomónica”, por vía directa uno, y por ser “la generación de los encuentros”, los otros.
En el programa, Daniela Rivero Cernuda tendrá un repertorio integrado por obras de Maurice Ravel: Sonatinapara piano (Modéré, Mouvement de menuet, Animé). De Ernesto Lecuona serán interpretadas «Ante el Escorial» y «Malagueña».
Cristhian Pérez González, tendrá a su cargo la Sonata para Piano nº 7 en si bemol mayor por 83, de Serguéi Prokófiev; y Ahmed Alom, interpretará, de Sergei Rachmaninoff, Six moments musicaux. De Tania León, Momentum; del compositor Juan Piñera, Estudios Salomónicos para la mano derecha No. 2, No. 5, así como la Paráfrasis sobre un tema de la ópera Rigoletto, de Giuseppe Verdi, de Franz Liszt.
Salomón Gadles Mikowsky, hijo de inmigrantes polacos, nació el 10 de marzo de 1936 frente al Capitolio Nacional. Desde entonces, su “mazal”, o suerte, ha estado relacionada con la cultura cubana.
Integra la saga de una genealogía pedagógica que desciende de Joaquín Nin Castellanos y Cesar Pérez Sentenat. Por su talento pianístico, en 1955 las instituciones cubanas sustentaron sus estudios en The Juilliard School, donde también se formó su amigo Leo Brouwer. Allí se sumergió en los saberes de la escuela rusa con Sascha Gorodnitzki hasta convertirse, él mismo, en un exitoso pedagogo del piano en Manhattan School of Music, donde sirvió por 55 años.
Creó el Encuentro de Jóvenes Pianistas, que celebró seis ediciones en Cuba, fue jurado del Concurso Ignacio Cervantes y, desde 2013, del referido Encuentro.
Salomón no desechaba influencias, ponderaba todas las estéticas y tradiciones culturales. Enseñaba el piano como pretexto para enseñar la vida, subrayan las especialistas. Te hacía dejar de tocar y comenzar a cantar, si era preciso que entendieras la expansión de un dibujo melódico. Hablaba con toda la dulzura y con toda la severidad al mismo tiempo.
Fue incluido en The Most Wanted Piano Teachers in the USA, de Benjamin Saver y citado como «uno de los profesores-artistas más buscados del mundo» (Dean Elder, Clavier, EEUU). Salomón Gadles Mikowsky, fallecido el 15 de marzo de 2024, era conocido por su «habilidad mágica para convertir a sus estudiantes de piano en artistas» (Sur Exprès, Francia). Numerosos alumnos de Mikowsky han ganado máximos premios en prestigiosos concursos.
Era un maestro a tiempo completo. Todo el día y en todo contexto. Su vida de 88 años fue útil y activa hasta el final.
Dos peticiones obran en su última voluntad: la donación de sus libros y discos de música al Departamento de Piano de la Universidad de las Artes (ISA) y a la Mediateca del Lyceum Mozartiano de La Habana, que dirige el profesor Ulises Hernández, misión que ya está en proceso por intermedio de la Dirección de Cooperación Internacional de la Oficina del Historiador. Luego, que sus restos fueran depositados en el Cementerio Hebreo Ashkenazi de Guanabacoa, previsto este 18 de julio.
Así su mejor legado, la música, y sus dos culturas, cubana y hebrea, confluyen en esa lápida de eterna recordación.
Fotos: Trabajadores