La noche que jamás existió, un homenaje al amor desde el teatro

La noche que jamás existió, un homenaje al amor desde el teatro
Foto tomada de Prensa Latina

Descifrar el amor en todas sus dimensiones desde la perspectiva shakesperiana, fue la apuesta escénica de las compañías Teatro Espacio de La Habana y Off Latina Madrid, a pocas horas de celebrarse el Día Mundial del Teatro.

Durante todo el mes de marzo, los actores cubanos Katia Caso y Alfredo Reyes asumieron los roles protagónicos de La noche que jamás existió, quienes se adueñaron de la sala habanera Adolfo Llauradó, en un espectáculo de lujo dirigido por el español Roberto Terán.

Ambos actores derrocharon talento en cada puesta en escena, en un juego de imaginaciones donde la reina británica Isabel I (1533-1603), conocida también como la Reina Virgen, mantiene una curiosa y controversial sesión con el legendario dramaturgo, poeta y actor inglés William Shakespeare (1564-1616), para descubrir, a través del bardo, qué era el amor en sus esencias.

Katia y Alfredo se desbordan en un mano a mano durante casi una hora, derrochando sus capacidades actorales y conquistando al público que premió con sus prolongados aplausos, el permanente juego de imaginerías que sedujo sin lugar a dudas a los espectadores.

Ambos actores, siguiendo la ruta dramática escrita por el mexicano Humberto Robles, establecen –y logran- un juego de fantasías, a veces simpáticas, a veces inverosímiles, pero reflexivas en todo momento, acerca de qué es el amor y cómo logra cautivar a los humanos.

Inmensa Katia Caso, experimentada actriz de la escena cubana, en su personaje de la Reina Isabel I, donde en el más estricto secreto, le confiesa a Shakespeare –interpretado por Alfredo Reyes- su desconocimiento del amor verdadero, más allá del que le prodigan sus seguidores, lacayos y sus padres.

Reyes, en su papel, también se adueña del espacio haciendo de las suyas, en medio de no pocos aprietos, para “enseñarle” a la monarca todos los misterios que acompañan a ese sentimiento, entre ellos los celos, la pasión, la traición y, sobre todo, la diversidad sin límites que esconde esa palabra.

Por su parte, el español Roberto Terán supo conducir las riendas sobre el escenario, para sacar el máximo de los actores que dieron vida y aliento en La Habana a la obra de Humberto Robles, merecedor con esta pieza teatral del Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido 2014, que otorga la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Universidad Veracruzana, ambas de México.

Fuente: Prensa Latina

Redacción Radio Enciclopedia