Las 10 estatuas más grandes de Cuba

Las 10 estatuas más grandes de Cuba

Cuba alberga varias estatuas impresionantes, muchas de las cuales son monumentos icónicos que representan aspectos de la historia y la cultura del país. A continuación enumeramos aquellos que ocupan los primeros lugares en cuanto a su tamaño.

1 – El Cristo de La Habana es, sin dudas, el monumento más icónico de La Habana, no solo por sus dimensiones, sino por su ubicación, en lo alto de una colina a la entrada de la bahía, lo que lo hace visible desde una considerable área de la ciudad.

La notable escultora cubana Jilma Madera es la autora de la colosal estatua, inaugurada el 25 de diciembre de 1958, esculpida en mármol de Carrara, que tiene una altura de 20 metros, sobre un pedestal de tres metros, y se eleva a 51 metros sobre el nivel del mar.

2 – Estatua de José Martí en la Plaza de la Revolución, es la mayor de las dedicadas al Héroe Nacional de la República de Cuba. Una figura en posición sedente, con 18 metros de altura, obra del escultor cubano Juan José Sicre.

Está confeccionada en mármol blanco y se asienta en una colina que la eleva a 42 metros sobre el nivel del mar.

La escultura mira al norte y detrás de ella se eleva una torre de 109 metros, con una planta en forma de estrella de cinco puntas que en su base aloja el memorial dedicado al Apóstol.

3 – Estatua de la República, ubicada en el interior del salón principal del Capitolio Nacional de Cuba, en La Habana.

Obra del célebre escultor italiano Ángelo Zanelli, está confeccionada en bronce dorado, tiene una altura de total de 17,54 metros y pesa 49 toneladas, lo que la convierte en la tercera mayor estatua de bronce bajo techo que existe en el mundo. Representa a la diosa griega Palas Atenea. Fue inaugurada el 20 de mayo de 1929.

La inmensa figura está acompañada por otras dos estatuas de bronce que se ubican a ambos lados de la entrada del edificio, en la parte más alta de la escalinata. y representan el trabajo y la virtud.

4 – Una altura de 16 metros sobre el terreno alcanza la estatua ecuestre de Antonio Maceo y Grajales, que se levanta en la plaza de igual nombre en la ciudad de Santiago de Cuba.

Develada el 14 de octubre de 1991, la figura fundida en bronce es fruto del talento del escultor santiaguero Alberto Lescay Merencio.

Sobre el caballo encabritado, el mayor general del Ejército Libertador cubano muestra su mano izquierda en un gesto que invita a ser seguido.

Esta imagen del Titán de Bronce sirve de logotipo a la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC).

5 – Otra estatua dedicada a Antonio Maceo se ubica cerca del malecón de La Habana y, aunque la figura principal no es tan grande como la de Santiago de Cuba, el grupo escultórico se eleva a unos 16 metros sobre su emplazamiento.

El conjunto está confeccionado en granito y con figuras de bronce que cubren sus cuatro ángulos, representando la acción, el pensamiento, la justicia y la ley. En la parte frontal, un relieve muestra a la madre de los Maceos, Mariana Grajales, en el acto de hacer jurar a sus hijos fidelidad a la patria.

El 20 de mayo de 1916 se inauguró el monumento, pero el parque no se terminó de construir hasta 1960.

La figura que corona el monumento muestra a Maceo a caballo, dándole la espalda al norte y empuñando un machete. La bestia tiene sus dos patas delanteras levantadas, lo que en el simbolismo de las estatuas indica que la persona murió combatiendo.

La idea original fue del escultor italiano Doménico Boni, aunque al final sufrió modificaciones, mientras que el diseño se debió al arquitecto Francisco Centurión.

6 – En la Plaza de la Revolución de la oriental ciudad de Bayamo se localiza la estatua, erigida en honor del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de la gesta libertaria cubana el 10 de octubre de 1868.

Alcanza los 10 metros de altura y fue develada el 10 de octubre de 1955. Tiene estampados en su base altos relieves de momentos históricos decisivos de las luchas por la soberanía de Cuba, y en la cúspide, la estatua en bronce, en actitud solemne y con una mirada a lo alto.

La autoría de esta obra, símbolo de la ciudad de Bayamo, es del escultor, pintor, ceramista y profesor de la Escuela Nacional de Artes Plásticas San Alejandro, Sergio López Mesa.

7 – Complejo monumental dedicado a Ernesto Che Guevara en la ciudad cabecera de la central provincia de Villa Clara.

La figura pedestre del Guerrillero Heroico, que mira hacia la sierra del Escambray, pesa 20 toneladas, mide 6,8 metros de altura y se eleva sobre un pedestal de 16 metros, 10 de ellos visibles y seis tapizados en mármol en la planta baja. Fundida en bronce por el escultor cubano José Delarra tiene como modelo una fotografía tomada al Che durante la Batalla de Santa Clara, una de las acciones decisivas de la Guerra de Liberación.

El complejo, formado por la escultura, la plaza, la avenida de los desfiles y el mausoleo que guarda los restos del combatiente y sus compañeros de la guerrilla boliviana, fue inaugurado el 28 de diciembre de 1988.

8 –  Estatua de Calixto García en la ciudad de Holguín.

Con una altura de nueve metros esta figura ecuestre rinde homenaje al mayor general holguinero participante en las tres guerras de independencia de Cuba, uno de los líderes militares más importantes de dichas contiendas.

Fue cincelada en mármol blanco en los talleres de Pietrasanta, La Toscana, Italia.

Inaugurada el 10 de abril de 1916, aniversario de la Constitución de Guáimaro, muestra a Calixto García de pié, en actitud de impartir una orden. A sus pies se encuentra una estatua que representa a la patria. El 24 de diciembre de 1975 se inauguraron los jardines que rodean el monumento.

9 – Otro conjunto monumental de gran tamaño, ubicado a la entrada de la bahía de La Habana, en la rotonda que forma la boca del túnel que la atraviesa, es el dedicado al generalísimo Máximo Gómez Báez.

Con seis metros de altura, la figura ecuestre del prócer, fundida en bronce, se eleva sobre un pedestal en forma de templete, constituido por 12 columnas de mármol blanco, que a su vez es soportado por una base con bajorrelieves laterales alegóricos a las Guerras de Independencia de Cuba, en las que participó el militar dominicano.

El conjunto fue inaugurado oficialmente el 18 de junio de 1935, en el aniversario 99 del natalicio de Máximo Gómez. Lo muestra a caballo, mirando hacia el mar, como corresponde en la simbología a las estatuas de personalidades foráneas y con las cuatro patas del equino en el suelo indicando que no murió en campaña.

La obra fue adjudicada al artista italiano Aldo Gamba tras una enconada polémica que alcanzó a la Cámara de Representantes, pues no se le consideraba apto para trabajo de tal envergadura.

10 – Cinco metros de altura muestra la estatua de Ignacio Agramonte, ubicada en el parque que lleva su nombre en la ciudad de Camagüey.

Rinde homenaje a uno de los principales héroes de la Guerra de los 10 Años, a quien José Martí definiría como “diamante con alma de beso”.

Develada por Amalia Simoni, viuda del héroe,  el 24 de febrero de 1912, la figura principal del monumento fue fundida en bronce en Roma por el escultor italiano Salvatore Buemi y está soportada en un pedestal de granito rosa de Baveno.

Símbolo identificativo de la ciudad camagüeyana, la efigie muestra a Agramonte a caballo, sosteniendo en su mano derecha el machete de combate, principal arma utilizada por el Ejército Libertador.

Estas estatuas no solo resaltan por sus dimensiones, sino también por su significado histórico y cultural. Representan a héroes nacionales y son símbolos de la identidad cubana, convirtiéndose en puntos de referencia para locales y turistas.

Hay otras grandes esculturas a lomos de este verde caimán, iconos de nuestra rica historia y tradiciones. Quizás el acucioso lector conozca alguna.

Gilberto González García