Miguel Barnet: “cubano es quien ame su tierra, no la mancille y la dignifique viva donde viva”

Miguel Barnet: “cubano es quien ame su tierra, no la mancille y la dignifique viva donde viva”
Foto: Luis Jiménez Echevarría/Tomada de la Agencia Cubana de Noticias

Uno de los ejes temáticos que centraron los debates de los parlamentarios cubanos en el recién finalizo Tercer Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su X Legislatura, fue la discusión del proyecto de Ley de Ciudadanía, aprobado en plenaria este 19 de julio, y del cual el diputado y Presidente de Honor de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Miguel Barnet, reflexionó al respecto, compartiendo esencias que sustentan el ser cubano, en momentos que la Patria ha crecido en madurez recolocando las cosas en su justo lugar y haciendo protagonistas a sus hijos de un tiempo completamente nuestro.

En su disertación sobre la nueva Ley de Ciudadanía, el intelectual cubano expresó que “nada es imposible hoy, porque hemos crecido y ya no somos los mismos que años atrás. Cubano, esa dulce palabra como nos decía José Martí, es un ser que crece y que pone su condición de cubanía por encima de todos los atributos que pueda poseer”.

Fernando Ortiz lo dijo con claridad meridiana: “La cubanía es la vocación de ser cubano, nazca donde nazca, viva donde viva y respire donde respire.” Y esa vocación es imbatible porque a lo largo de los años hemos visto también a muchos cubanos que no viven en su Patria, amarla, venerarla y serle fiel, subrayó el reconocido intelectual y Premio Nacional de Literatura.

“Quiere decir que para ser cubano no hay que circunscribirse a ninguna geografía, es una condición del alma y del espíritu. Nada la puede achicar, nada la condiciona. Algunos incluso ofrendaron su vida por defenderla, como Carlos Muñiz Varela o Lourdes Casal, que vino a morir a Cuba y está enterrada en el panteón de los nobles patriotas cubanos. O muchos otros, historiadores, maestros, escritores o coleccionistas, como el insigne Emilio Cueto, que atesora en su casa de Washington parcelas sensibles de cubanidad, de un valor incalculable. En fin, muchos que ahora verán sus sueños realizados, sueños de confraternidad, justicia y equidad, hombres y mujeres del pueblo que no olvidan sus orígenes y que son hijos de esta isla, como nosotros”.

El antropólogo y presidente de la Fundación Fernando Ortiz, destacó asimismo en el debate las palabras de Fidel ante cubanos que llegaron en la década del 70 a apoyar a la Revolución: “La Patria ha crecido.” Eso no lo olvidaremos nunca. Y la Patria ha crecido en madurez porque el tiempo es implacable y pone las cosas en su sitio. El cubano de hoy no es el mismo, nuevos imaginarios han aparecido en nuestras vidas, nuevas acciones, nuevos propósitos, nuevos sueños…, apuntó.

“Los afectos, por ejemplo, no están determinados por la cercanía o la lejanía, sino por la magia de las nuevas tecnologías. Y los valores se miden desde otras perspectivas; el ciberespacio, por ejemplo. Somos ciberabuelos, ciberpadres, ciberhermanos, ciberamigos… La distancia física no es un obstáculo para la comunicación y el entendimiento de las personas. Estamos todos a la distancia de un clic, no exento de afectividad”.

Ante los parlamentarios, el también poeta y etnólogo remarcó que “el cubano de hoy, viva donde vida, respire donde respire, nos habla al oído con múltiples soplos de afectos, aunque quizás menos cercanos pero más frecuentes. El ciberespacio nos mantiene unidos con vínculos indestructibles que antes no existían. Ya no hay motivo para establecer distancias que el tiempo antiguo nos trazó como un flagelo o un muro de contención. Ahora más que nunca estamos unidos por redes afectivas que borran distancias físicas o temporales. El tiempo es otro; el tiempo es hoy y ahora, y no mañana”.

De este modo, instó a todos los hijos de esta tierra a vivir el tiempo de los afectos y el diálogo permanente. “Apoyemos esta ley que nos une en un sólido abrazo planetario. Cubano es aquel que ame su tierra, que no la mancille, que le dignifique con sus abrazos cálidos o nostálgicos, esté donde esté, viva donde viva. Cubano es el que lleva tatuado en su corazón la estrella solitaria”, sentenció.

Como parte de su discurso conciliador, en el contexto de los análisis parlamentario sobre la normativa de rango superior, Barnet Lanza compartió con todos la convicción de que cubano es y será el que asuma los deberes y respete las garantías de la Constitución de la República y el que disfrute a plenitud la condición ciudadana que ampara esta ley, porque eso nos hace mejores, más justos y más contemporáneos.

Daynelis Rodríguez Peña