Visitante espacial se aproxima a la Tierra

Una nueva revolución del cometa 12P/Pons-Brooks lo aproxima a la Tierra, haciendo que día a día se haga más visible en el cielo nocturno y puede que en pocos días se pueda observar a simple vista.
Se calcula que su perihelio, (es decir cuando esté más cerca del Sol) ocurrirá el 21 de abril, momento en que alcanzará su máximo brillo, mientras que su mayor proximidad a nuestro planeta se producirá el 2 de junio de este 2024, aunque en el hemisferio norte solo se podrá ver hasta los primeros días de abril, pues luego se exhibirá a los habitantes del sur.
Incluso, en algunas zonas geográficas, donde se produzca el 8 de abril el eclipse total de Sol, es posible que el visitante estelar muestre su cabellera durante ese fenómeno astronómico, que en Cuba solo será parcial.
Debe tenerse en cuenta que la posibilidad de observar al viajero espacial será mejor desde lugares en los que no afecte la luz artificial de las ciudades, es decir en las zonas rurales.
En la fecha actual ya se puede apreciar su cola con el uso de binoculares u otros instrumentos ópticos que aumenten, al menos, en 10 veces su imagen, mirando sobre el horizonte en dirección al noroeste.
Los cometas son asteroides compuestos de polvo, rocas y hielo, por lo que se hacen perceptibles cuando su órbita los lleva cerca del Sol, cuyo calor evapora su hielo, formando una estela, conocida como cola, que brilla a los rayos del astro rey.
Sus órbitas son amplias, elípticas y en ocasiones parabólicas, y de distintas dimensiones, entre las conocidas como de ciclo corto, que alcanzan hasta el planeta Neptuno, mientras que las más largas, o de ciclo largo, pueden hacerlos transitar fuera del Sistema Solar. De allí depende la frecuencia con que nos visitan, entre los 20 y los más de 200 años.
12P/Pons-Brooks fue descubierto el 21 de julio de 1812 por el astrónomo francés Jean-Louis Pons y redescubierto por William R. Brooks en 1883, de ahí su nombre. Se trata de un cometa que aparece regularmente en el cielo cada 71,2 años.
En tiempos antiguos la aparición de uno de estos cuerpos astronómicos, con su larga y luminosa cabellera, era considerada como de malos augurios por algunas culturas, y se les culpaba de terremotos, tormentas, heladas, enfermedades e inundaciones, y hasta del nacimiento de personas o animales con deformidades. Tal extremo alcanzó la superstición, que el papa Calixto III llegó a excomulgar al cometa Halley.
Hoy sabemos que estos excursionistas cósmicos no son más que bolas de hielo sucio y rocas, que cada cierto tiempo se acercan al Sol, sacrificando en cada vuelta una parte de su masa para ofrecer a la humanidad excepcionales espectáculos.
Usted, estimado lector, haga lo posible por disfrutar la presencia de 12P/Pons-Brooks, antes que decida “mudarse” para el otro hemisferio.