Homenaje a Nicolás Guillén en el aniversario 121 de su natalicio

Al celebrarse este 10 de julio, el aniversario 121 del natalicio de Nicolás Guillén Batista (1902-1989), la Unión de Escritores y Artistas de Cuba junto a la Fundación que lleva su nombre, rindieron homenaje al Poeta Nacional, quien supo colocar al hombre negro y mestizo como preocupación permanente en su obra, y darle -a través de ella-, un sitio privilegiado en nuestra cultura e identidad.

Con una ofrenda floral, en la base del monolito en mármol que sostiene la figura de su rostro en los emblemáticos jardines de la UNEAC, su presidente Luis Morlote Rivas junto a Nicolás Hernández Guillén y otros miembros de la Fundación homónima, evocaron su trascendente creación poética y resaltaron la importancia de volver siempre a su vida y obra.

“Su creación poética es trascendente, porque abordó temas esenciales de la existencia humana, como el amor y la muerte, para lograr textos de gran densidad y calidad artística. Pero también es trascendente porque su singular comprensión de los problemas sociales y políticos del tiempo que le tocó vivir y su enorme talento le posibilitaron legarnos, por una parte, lecciones imprescindibles, aun hoy, de qué éramos y qué deberíamos ser como nación y por otra, una poesía, una voz, que expresó y denunció sin temor ni cortapisas, los agravios y las injusticias padecidas por los que no tenían voz en cualquier lugar del mundo, a la vez que enalteció sus más nobles aspiraciones. Y todo ello sin concesiones a lo que no fuese arte original y verdadero y de innegable excelencia artística”.

Los presentes ratificaron que cada aniversario del natalicio de Nicolás Guillén será motivo de celebración para la cultura cubana, por contener su obra las claves esenciales para la defensa y salvaguardia de la nación.

A Cuba, tierra querida a la que llamó en una de sus creaciones “largo lagarto verde/ con ojos de piedra y agua”, también entregó su voz, cuando le dijo “en ti creo”, a través del poema “Vine en un barco negrero”.

Mía la tierra que beso.

Mío el cielo.

Libre estoy, vine de lejos.

Soy un negro

Nicolás Guillén penetró en los misterios de la nación y puso sus ritmos a sonar en cada verso. Por él y lo más auténtico de la nación, seguimos dándole color a eso que orgullosamente se sabe cubano.