Aniversario 65 de la Columna Invasora de Camilo Cienfuegos

Aniversario 65 de la Columna Invasora de Camilo Cienfuegos

En la segunda mitad de agosto de 1958, específicamente el día 19, luego de la decisiva derrota ocasionada  por el Ejército Rebelde a las tropas de la tiranía batistiana en la ofensiva que esta desplegó contra la Sierra Maestra, el Comandante en Jefe Fidel Castro anunció por las ondas de Radio Rebelde que la guerrilla revolucionaria sería llevada hasta el occidente de Cuba.

“Las columnas rebeldes avanzarán en todas direcciones hacia el resto del territorio nacional -expresó- sin que nada ni nadie las pueda detener».

El día antes había firmado la Orden Militar en la que se trazaba la misión de realizar una invasión hacia Pinar del Río a la Columna Invasora # 2 Antonio Maceo, al mando del Comandante Camilo Cienfuegos, la cual debía comenzar la marcha el día 20.

Se iniciaría así la reedición de la inmortal hazaña protagonizada 63 años antes por el Titán de Bronce, quien el 22 de octubre de 1895 partiera de Baraguá al frente de su tropa rumbo a Occidente, para poner en jaque a las fuerzas colonialistas españolas y extender la guerra libertadora hasta territorio pinareño. En justo homenaje al Lugarteniente General del Ejército Libertador, la columna invasora rebelde llevaría el nombre de Antonio Maceo.

Tal y como se consigna en el diario de la Columna, esta no  pudo salir el día 20, sino el 21, por la crecida del río Yara ante torrenciales aguaceros. Partió a las 5 y 30 de la mañana desde El Salto, la sede de su Comandancia, y contaba con tres pelotones y 86 hombres. Camilo iba con la certidumbre de lo grande y hermoso de la tarea, junto a sus compañeros de lucha.

Las jornadas que tenían por delante serían difíciles. Ante ellos, como un gran obstáculo, se extendía Camagüey, con amplias llanuras, donde un solo paso en falso podía resultar mortal para el cumplimiento de los objetivos. Más de una vez la columna invasora marchó con el agua y el fango sobre las rodillas de sus hombres, sin guías o prácticos, ni alimentos.

Las fuerzas del Ejército de Fulgencio Batista eran superiores, no sólo numéricamente, sino en armamento. Poseían ametralladoras de varios calibres, morteros, bazucas y la aviación como fundamental soporte.  Las fuerzas rebeldes tenían a su favor, además de la seguridad en el triunfo y la profunda convicción de sus ideas, la capacidad de los dirigentes, el tipo de guerra que se llevaba a cabo con la técnica de la guerrilla y el apoyo a cada paso de la población.

Desde el 21 de agosto hasta el 7 de octubre de 1958 cuando la Columna estableció su primer campamento en Las Villas, en la Llanada de Alunao, e hizo contacto  con los escopeteros que operaban en esa zona, los aguerridos combatientes revolucionarios vivieron 47 tensos y heroicos días, en los que tuvieron que enfrentar constantemente el hostigamiento del enemigo, los cercos, las emboscadas, los ametrallamientos de la aviación, así como las inclemencias del tiempo, los pantanos por los que tuvieron que pasar.

El estado físico de la mayoría de los combatientes era en extremo penoso, pues padecían numerosas dolencias: pies llagados, afecciones bronquiales, diversos tipos de trastornos digestivos y otros males provocados por las largas marchas, que los caminos difíciles y la falta de alimentación hacían acentuaban más.

La columna invasora arribó a Las Villas con solamente tres bajas. Allí libró importantes combates y fueron tomados varios poblados como Iguará, Venegas, Zulueta, Mayajigua y Yaguajay, entre otros, donde una vez más se demostró el heroísmo de aquellos hombres, con su líder Camilo al frente.

El objetivo fundamental encomendado a Camilo Cienfuegos en la invasión de Oriente a Occidente, que era llevar la guerra hasta Mantua, al otro extremo de Cuba, no fue necesario realizarlo pues por la inminencia de la derrota de la tiranía se le indicó a Camilo que permaneciera en Las Villas. Cuando se conoció la huida de Batista, y por orden de Fidel, el Héroe de Yaguajay se dirigió a La Habana.

Camilo, el héroe de mil batallas, hace 65 años había salido de El Salto para realizar una de las más heroicas hazañas de la última etapa de la guerra de liberación nacional, había salido con su Columna # 2 Antonio Maceo desde la Sierra Maestra para quedarse por siempre  en el corazón de su pueblo.

Ana Rosa Perdomo Sangermés